lunes, agosto 13, 2007

¿Dónde están las mujeres científicas?



¿Dónde están las mujeres científicas?
Matt Silver
BBC Ciencia

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Las habilidades espaciales serían una diferencia clave.
Si eres una persona que ha llegado a la cúspide en un departamento universitario de matemáticas, física o ingeniería, hay pocas probabilidades de que usted sea mujer.

¿Por qué?

En el año 2005, el presidente de la Universidad de Harvard, Larry Summers, generó un revuelo cuando sugirió que en buena medida la falta de mujeres en estos campos tenía un componente biológico: es decir, era el resultado de unas diferencias innatas en cuanto a gustos y aptitudes entre los géneros.

La profesora Helen Haste, una psicóloga que trabajaba en Harvard en ese entonces, recuerda como ese discurso le trajo de vuelta unos recuerdos incómodos.

"Las mujeres que habían incursionado en el campo de la ciencia antes de los año setenta contaban horribles historias de discriminación y actitudes sexistas por parte de sus supervisores, como por ejemplo la frase de que 'las mujeres no deberían estar en los laboratorios sino cuidando a sus hijos'", dice Haste.

Y agrega: "Algunas instituciones tenían, por ejemplo, una docena de becas post-doctorales, de las cuales sólo una era para mujeres".

Naturaleza vs. naturaleza

Pese a que ha habido una cambio de actitud, todavía hoy en día hay muy pocas mujeres en los más altos niveles de ciertos campos científicos.

Lawrence Summers
Summers causó polémica en Harvard.
Entre el 2005 y el 2006, más de la mitad de los estudiantes del Reino Unido eran mujeres, pero sólo 3% cursaban matemáticas y 2% ingeniería civil, de acuerdo a lo que revela un reciente estudio.

Según el profesor David Geary, de la Universidad de Missouri, en Estados Unidos, hay dos diferencias claves entre ambos sexos que pueden explicar por qué esta disparidad en los números.

Lo primero es una diferencia entre habilidades espaciales, o sea, la capacidad de visualizar las cosas especialmente en tercera dimensión.

La segunda es el creciente interés en los objetos y cómo funcionan.

De acuerdo al profesor Geary, "los hombres son mejores en estas áreas, y ambas contribuyen al interés en las matemáticas e ingeniería, así como en el desempeño en las dos ramas".

¿Pero cómo se puede estar seguro de que estas diferencias son genuinamente innatas y no el resultado de la crianza o cultura que nos rodea?

"Estas diferencias se encuentran desde temprano en la vida. Por ejemplo, a los chicos les gusta más los carros de juguete o los objetos mecánicos desde pequeñas edades", dice Geary.

"Además, las niñas quienes han estado expuestas a hormonas parecidas a la testosterona en su etapa de gestación suelen mostrar preferencia más comunes en los niños", apunta.

Otra cara

No obstante, la profesora Haste cree que se ha sobreestimado la evidencia de las habilidades espaciales.

Cromosoma X
Otros creen que hay un elemento genético en la diferencia de género en la ciencia.
"Aún si encontrásemos un área de estudio para la cual esta habilidad es crucial, seguramente 60% de los asistentes serían hombres y 40% mujeres", explica.

Actualmente, hay más mujeres que nunca antes ingresando a la educación superior.

La proporción de mujeres en carreras como medicina se ha duplicado desde los años sesenta y ahora este género representa más de la mitad del total de estudiantes.

"Cuando estas jóvenes lleguen a la etapa en que puedan alcanzar posiciones académicas, entonces habrá una mayor cantidad de mujeres dando clases", asegura Haste.

No obstante, la doctora Helena Cronin, quien estudia teoría de la evolución y diferencia de género en la London School of Economics (LSE), cree que las estadísticas pasadas no ofrecen ninguna pista sobre lo que pueda pasar en el futuro.

Hay más hombres que son tontos, pero también hay más hombres que resultan ser premios Nóbel
Helena Cronin
"Sobre esta base, las mujeres maratonistas de los años veinte que estarían alcanzando a los hombres en la década de los noventa, presumiblemente llegarían a correr a la velocidad de la luz con el pasar de los años", indica Cronin.

Esta académica considera que es más importante el hecho de que hay más hombres en los dos polos opuestos en cuanto a una habilidad se refiere.

"Hay más hombres que son tontos, pero también hay más hombres que resultan ser premios Nóbel", asevera.

Ciencia políticamente correcta

¿A qué conclusiones, entonces, podemos llegar de este debate tan disputado?

Para la profesora Haste, la historia nos dice que es un área en la cual se debe hilar muy fino.

Pero no olvidemos que históricamente los argumentos evolucionistas se han utilizado con frecuencia para, por ejemplo, justificar lo que parecía un aspecto normal de la vida de aquel entonces como lo fue el racismo del siglo XIX
Helen Haste
"Nunca apoyé el punto de vista feminista que dice que no hay diferencia de géneros", señala.

"Pero no olvidemos que históricamente los argumentos evolucionistas se han utilizado con frecuencia para, por ejemplo, justificar lo que parecía un aspecto normal de la vida de aquel entonces como lo fue el racismo del siglo XIX".

Cronin, no concuerda con esto. "Si la gente usa la ciencia equivocadamente, se debe objetar a la gente no a la ciencia".

Y califica como "vergonzosa" la reacción que hubo en Harvard al discurso de Larry Summers, pues para ella es un ejemplo de la invasión a la ciencia de lo políticamente correcto.

Cronin piensa que primero se debe buscar evidencia científica antes de establecer cuotas de género en los campos de trabajo de la ciencia.

"Primero hay que comprender al mundo antes de cambiarlo", agrega.

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