George W. Bush demuestra ser más socialista que Chávez, nacionaliza todo y refunda la U.S.S.R
Tomado de: Globoterror.com
El Presidente de los [antiguos] EEUU, George W. Bush ha dado la gran sorpresa esta semana, al nacionalizar completamente la banca y los seguros. Declarándose un socialista convencido, decretó el fin de la tiranía de la economía de mercado en los USA, que de ahora en adelante se llamará la United Socialist States Republic (U.S.S.R), aprovechando que el título está disponible.
Los ciudadanos estadounidenses pusieron fin esta semana a la pesadilla capitalista en que vivían. ¿Quién habría sospechado que el adalid de los neocons y el liberalismo, George W. Bush, fuese en realidad un Bolchevique agazapado, destinado por la providencia a sentenciar el fin del capitalismo salvaje y anunciar la tierra prometida del socialismo del "real", y encima recibir el aplauso de todos las Bolsas (y los bolsas) del mundo?
Desafiando las recetas tradicionales del FMI y del Banco Mundial predicadas durante los últimos 20 años, que aconsejaban dejar que las empresas en dificultades quebraran o fueran adquiridas a precio de saldo por capitales extranjeros, el Gobierno de los Estados Unidos ha decido aplicar ortodoxamente la doctrina Marxista a Wall Street, en lo que se ha denominado "Socialismo Corporativo".
Los principios fundamentales de esta novedosa teoría económica pueden resumirse como "privatizar los beneficios" (repartir dividendos cuantiosos sólo a los accionistas en los tiempos buenos) y "socializar las pérdidas" (que los ciudadanos no accionistas cubran las pérdidas de la banca en la época de vacas flacas).
En su memorable discurso ante el Congreso de los Estados Unidos, Bush pronunció las históricas palabras por las que será recordado su legado: "De ahora en adelante el Estado será el único propietario de los medios de inversión. ¡¡¡La Economía de Libre Mercado ha muerto!!!. ¡¡¡Viva la nueva U.S.S.R, la United Socialist States Republic!!!", decía por sobre las exclamaciones de éxtasis de los inversionistas, que coreaban repetidamente "Así, Así, Así es que se gobierna", aliviados porque ya no tendrían que suicidarse.
"Los grandes inversionistas estaban sufriendo", decía Henry Paulson, Secretario del Tesoro. "Algunos estaban muy angustiados por el pensamiento de que tendrían que vender sus aviones, yates y casas de playa. La disciplina del mercado es adecuada para gente de bajos recursos y acostumbrados a pasar privaciones, no para ejecutivos de alto vuelo. Los empresas más grandes son nuestros mayores financistas y merecen ser rescatadas. Es una transacción justa: les otorgamos dinero del bueno por carretadas a cambio de los papeles de deuda sin valor".
Ben Bernanke, Presidente de la Reserva Federal, "Por años hemos estado siguiendo las recetas del FMI, reduciendo casi a la nada los impuestos a los ricos, privatizando la educación y eliminando todo el sistema de seguridad social. Hemos dejado sin regulación el mercado financiero para que se ajuste sólo, como manda la teoría. No entendemos como hemos llegado a esta catástrófica situación", declara con perplejidad. "Sin embargo, afortunadamente el Estado se sostiene con los impuestos de los asalariados de más bajos recursos. Éstos de seguro estarán de acuerdo en rescatar a estas atribuladas empresas, y transferir los fondos remanentes, destinados para los pocos servicios de salud, educación y vivienda de los que todavía disfrutan. A fin de cuentas si todavía tienen dinero no necesitan de estos servicios".
Para los venezolanos decentes de la sociedad civil da envidia y admiración la rapidez con que esta Nueva Revolución Americana se está llevando a cabo: nacionalización en marzo de Bear Stearns, idem para los bancos hipotecarios más grandes del mundo Fannie Mae y Freddy Mac la semana pasada, así como está semana la expropiación de la compañía de seguros AIG (la mayor de EEUU), y la semana que viene se nacionalizará el resto, en un paquete económico especial solicitado al Congreso. En total, unos 2 trillones de dólares (es decir, $ 2,000,000,000,000) de los contribuyentes estadounidenses serán usados para la estatización de la economía.
En contraste, el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela da pena ajena, al tomarse 10 largos años para hacer la revolución, que aún tiene a medio camino y en la que apenas se han invertido $10 millarditos (es decir $10,000,000,000) en nacionalizar un banco, una cementera y una siderúrgica. Una muestra más de la ineptitud de este gobierno, que nos en lleva en burro al comunismo mientras los demás van en jet.
El magnífico candidato de Un Nuevo Tiesto, el Filósofo del Zulia Manuel Rosales, lo resume acertadamente: "Esto que hizo Bush ya lo habíamos visto en denantes, en los años 30 antes de Cristo con otro dirigente nacionalista, el socialista Adolfo Hitler, que hizo lo mismo en la Alemania de Guáimaro. Fue muy vilipendiado en su momento, pero mira dónde está la Colonia Tovar hoy. Los chavistas de entonces lo llamaban Fascismo Corporativista, pero que sabrá el burro de pasta de mente. Yo, que también soy nacional (del Zulia) y un socio listo me propongo a seguir su ejemplo cuando esté a cargo del país".
El abuelo Antonio "Monster" Ledezma se alegró por los venezolanos residentes en EEUU, "es una tremenda noticia, estos ciudadanos que por una razón u otra vivían exiliados y pasando estrecheces en sus mansiones de Weston y Broward County ahora de sopetón podrán disfrutar del verdadero comunismo, y no de la versión tropical que este gobierno nos quiere imponer a fuego lento".
Los internacionalistas Julio César Pineda y Elsa Cardoso aconsejan al gobierno de Chávez "que aproveche la coyuntura internacional que se presenta, y se deje de devaneos con las potencias capitalistas de Rusia y China". Recomiendan que Venezuela entre en la vía del nuevo Socialismo aliándose estrechamente con la nueva U.S.S.R.
Para la semana que viene se espera que muchos de los analistas políticos, internacionalistas, economistas y otros que a cada rato salen por nuestra señal, tales como Emeterio Gómez, Francisco Faraco, Aníbal Romero, Marta Colomina, Roberto Giusti, Alberto Quiróz Corradi, Moisés Naim, Ricardo Haussman, Pedro Palma, José Toro Hardy y Alejandro Peña Esclusa anuncien su esperada salida del "closet ideológico", declarando que en el fondo siempre han sido marxistas de uña en el rabo, siguiendo el ejemplo norteamericano.
En un giro que no deja de ser irónico, el Gobierno de la China Comunista puja por ser el accionista principal del único banco de inversión independiente restante, Morgan-Stanley.
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