Bolivia: abstención centra la polémica

Bolivia: abstención centra la polémica
Luis Fajardo

Luis Fajardo
Enviado especial de BBC Mundo a Bolivia

Festejos en Santa Cruz
Los cruceños festejan desde el domingo la victoria del Sí en el referendo autonómico.
El día después del referendo en el departamento boliviano de Santa Cruz, en donde se aprobó el estatuto autonómico de esa región por mas de 80% de los votos, proseguía en el país una polémica acerca de la dimensión del abstencionismo en dichos comicios.

Esto luego de que el mandatario boliviano Evo Morales dijera que la abstención había sido tan elevada que desvirtuaba la victoria de los autonomistas.

Participe: ¿Aceptará Morales los resultados?

El lunes, la Corte Departamental Electoral de Santa Cruz, anunciando que había completado el recuento de cerca de 33% de las mesas de votación, estimó que, según esos resultados parciales, 64% de los cruceños habilitados habían participado en el referendo.

Su anuncio plantea en forma preliminar una abstención de cerca de 36%.

Celebraciones y protestas

El ente electoral departamental indicó que los resultados finales y definitivos no estarán listos el lunes, y podrían tardar un par de días más.

Una suma que "invalida"

El presidente boliviano Evo Morales, cuyo gobierno ha calificado de "ilegal y separatista" el referendo, dijo el domingo que éste había sido un fracaso, ante lo que describió como abstención masiva en las urnas.

Evo Morales, presidente de Bolivia
Para Morales, la abstención fue tan elevada que desvirtúa la victoria de los autonomistas.

El mandatario hablaba de una abstención cercana al 40%.

Según Morales, si se sumaba el porcentaje de los abstencionistas al de personas que efectivamente votaron 'no', se tendría que cerca de la mitad de la población cruceña no habría estado de acuerdo con el estatuto autonómico.

Los opositores al referendo habían adoptado como estrategia la de no participar en los comicios.

Los defensores del referendo refutan el argumento del gobierno nacional.

Insisten en que, según las reglas establecidas para el referendo, se necesitaba una participación de al menos 50% del padrón electoral, estimado en unos 900.000 votantes, para aprobar el estatuto.

Por lo tanto sostienen que, si la abstención rondó el 35%, como lo señalan los resultados parciales de la Corte Departamental, o incluso si llegó al 40%, como señala el gobierno, todavía estaría dentro del margen de participación que requiere para su aprobación.

"Política chicana"


Lo que cuenta en el referendo son los votos válidos. La abstención no se contabiliza en el sistema electoral boliviano a menos que supere el 50%, que no fue el caso
José Antonio Quiroga

BBC Mundo hablo con Javier Limpias, presidente de la Brigada de Constituyentes del departamento de Santa Cruz, quien calificó de "chicana política del presidente Evo Morales" el argumento de que la sumatoria de los votos por el No y la abstención desvirtuarían los resultados.

"El gobierno apela a cualquier argumento" agregó el dirigente político, quien pidió esperar a los resultados definitivos.

Igualmente sostuvo que el promedio de abstencionismo en Santa Cruz en las elecciones llevadas a cabo desde 1997 había estado alrededor del 35%, y que por lo tanto, si esa era la cifra que finalmente se daba en el departamento, debería considerarse como una derrota para el gobierno.

Ante la pregunta de si un eventual abstencionismo del 40% sería una derrota para el referendo, respondió que sería "un triunfo de la mala propaganda del gobierno".

¿Mandato?

Festejos en Santa Cruz
Los defensores del referendo refutan las críticas del gobierno nacional.

Los defensores del referendo han tomado el resultado de más de 80% de los votos a su favor, como un mandato popular que les daría más fuerza a la hora de negociar con el gobierno nacional la concesión de más facultades para el gobierno local.

Morales ratificó el domingo que estaba listo para una negociación con los prefectos de los departamentos acerca de hasta dónde estaría dispuesto a ceder el gobierno de La Paz en el tema de la autonomía.

La polémica en torno a la fuerza política que tendría un referendo en donde parece que se presentó un índice de abstención no despreciable, está por supuesto sujeto a apreciaciones y matices.

La mayoría de comentaristas bolivianos no niegan que el referendo es una causa popular en Santa Cruz, y no solamente dentro de la dirigencia empresarial.

Y la interpretación que han dado a la victoria del referendo, es de una derrota política importante para Morales, seguramente la peor que ha sufrido desde que comenzó su gobierno.

Brecha social

Recuento de votos
Según las reglas, se necesitaba una participación de al menos 50% del padrón electoral.

José Antonio Quiroga, analista político basado en La Paz y director del semanario de opinión Nueva Crónica dijo a BBC Mundo que las acusaciones del gobierno de Evo Morales frente al abstencionismo en el referendo son "un argumento a medias cierto", pues "lo que cuenta en el referendo son los votos válidos. La abstención no se contabiliza en el sistema electoral boliviano a menos que supere el 50%, que no fue el caso".

Pero los resultados de la votación una vez más confirman las brechas profundas que hay en Bolivia en torno a estos asuntos.

Incluso dentro del departamento de Santa Cruz, fue evidente que para muchas personas de escasos recursos, el referendo tenía una connotación de clase que los hizo desconfiar de la medida y alejarse de las urnas.

Lea: Autonomía: ¿cambio concreto?

Y todos concuerdan en que persisten divisiones fuertes entre el occidente del país y los departamentos de la llamada "media luna" en el oriente del país.

En palabras de Quiroga, los resultados del referendo confirman "la división del país en dos bloques sociales, sin que ninguno de ellos puede imponerse sobre el otro".

Esto deja en claro que Morales tiene una complicada tarea por delante, si aspira a realinear los objetivos de su gobierno nacional, con las aspiraciones autonómicas de muchos de los departamentos de su país.