Propongo aqui una alternativa al aumento porcentual de salarios, que como dijo nuestro presidente no es del todo justa.
En el aumento porcentual, el monto del salario se multiplica por una cantidad constante, por ejemplo, si el aumento es de 30%, todos los sueldos y salarios se multiplicaran por 1,3 y en este caso la ecuacion serìa: y= 1,3*x, donde x es el salario anterior e y es el nuevo salario. El aumento en este caso corresponde a una recta que pasa por el origen. La injusticia de este método es que el aumento es proporcional a lo que se gana (en este caso 0,30*x), y por lo tanto los que mas ganan son los que mas aumento tienen.
Para subsanar esto hay muchos métodos, uno podrìa ser, por ejemplo, aumentar segun una recta del tipo y=a*x + b, en donde b es una constante fijada segun la dedicaciòn. Veamos mejor esto con un ejemplo: Suponemos que en vez de aumentar los sueldos en un 30%, se aumentan segun la recta y= 1,2x + 100.000 Bs. Es decir, 20% mas 100.000 Bs. En este caso se tendrìan los siguientes aumentos:
Los que ganan 200.000 Bs pasarìan a ganar 1,2*200.000 Bs + 100.000 Bs = 340.000 Bs. Es decir, un aumento del 70%.
Los que ganan 500.000 Bs pasarian a ganar 1.2*500.000 Bs + 100.000 Bs = 700.000 Bs. Un aumento del 40%.
Los que ganan 1.000.000 Bs pasarian a ganar 1,2*1.000.000 Bs + 100.000 Bs = 1.300.000 Bs. Un aumento del 30%.
Los que ganan 2.000.000 Bs pasarian a ganar 1.2*2.000.000 Bs + 100.000 Bs = 2.500.000 Bs. Un aumento del 25%.
No necesariamente se tiene que emplear una recta, puede emplearse otra funcion mas conveniente. Esta es una manera probablemente mas justa de aumentar los sueldos y salarios e ir disminuyendo la brecha de desigualdad que hay en el pais.
En el aumento porcentual, el monto del salario se multiplica por una cantidad constante, por ejemplo, si el aumento es de 30%, todos los sueldos y salarios se multiplicaran por 1,3 y en este caso la ecuacion serìa: y= 1,3*x, donde x es el salario anterior e y es el nuevo salario. El aumento en este caso corresponde a una recta que pasa por el origen. La injusticia de este método es que el aumento es proporcional a lo que se gana (en este caso 0,30*x), y por lo tanto los que mas ganan son los que mas aumento tienen.
Para subsanar esto hay muchos métodos, uno podrìa ser, por ejemplo, aumentar segun una recta del tipo y=a*x + b, en donde b es una constante fijada segun la dedicaciòn. Veamos mejor esto con un ejemplo: Suponemos que en vez de aumentar los sueldos en un 30%, se aumentan segun la recta y= 1,2x + 100.000 Bs. Es decir, 20% mas 100.000 Bs. En este caso se tendrìan los siguientes aumentos:
Los que ganan 200.000 Bs pasarìan a ganar 1,2*200.000 Bs + 100.000 Bs = 340.000 Bs. Es decir, un aumento del 70%.
Los que ganan 500.000 Bs pasarian a ganar 1.2*500.000 Bs + 100.000 Bs = 700.000 Bs. Un aumento del 40%.
Los que ganan 1.000.000 Bs pasarian a ganar 1,2*1.000.000 Bs + 100.000 Bs = 1.300.000 Bs. Un aumento del 30%.
Los que ganan 2.000.000 Bs pasarian a ganar 1.2*2.000.000 Bs + 100.000 Bs = 2.500.000 Bs. Un aumento del 25%.
No necesariamente se tiene que emplear una recta, puede emplearse otra funcion mas conveniente. Esta es una manera probablemente mas justa de aumentar los sueldos y salarios e ir disminuyendo la brecha de desigualdad que hay en el pais.
3 comentarios:
Saludos Compatriota Buscando blogs para leer consegui el tuyo, y luego de analizarlo, me parece muy Racional pero me pregunto: enviaste emails con estas reflexiones al gobierno Nacional? Claro aun en la administración pública existen camaleones que dicen estar con el proceso cuando no es así y podrian bloquear esa informacion para que no se sepa, yo te sugiero que esa información que está expresando la publiques en foros y la hagas del conocimiento público para que se haga un debate sobre ese tema . De verdad te felicito y auque yo solo soy un humilde ciudadano te aliento para que impulses el debate nacional sobre ese tema.
Yo propongo otra solución mejor... me imagino que tú, al igual que muchos profesionales, desean el sueldo que su preparación profesional tanto se merece, luego de haber estudiado tanto. Por eso propongo que cada quien tenga el salario que merece, de acuerdo a lo que estudió, que no se utilice tanto el amiguismo para conseguir empleo en la administración pública, que no se siga utilizando la lista de Tascón para impedir el acceso al empleo (me ha pasado dos veces, jaja, me descubriste, soy escuálido!!) y bueno, una vez que cada quien tiene el cargo que merece, pasemos a otro asunto. Por qué no se mejoran los servicios públicos, la educación, la seguridad, por qué no se incentiva la pequeña y mediana empresa? En conclusión, por qué no se lucha para que mejore la calidad de vida y yo no tenga que utilizar la mayoría, por no decir la totalidad de mi miserable sueldo para pagar la ineficiencia del Estado, pagando colegios privados, clínicas, vehículos, etc etc. Seguramente, si todo funcionara, a mí, que no estudié, me alcanzaría mi sueldo mínimo, porquue eso me merezco, por no haber estudiado y seguramente me sobraría para invertir, bien sea en un negocio (que se sustentaría en una estabilidad jurídica, y sana competencia, no con un competidor desleal, un gobierno que se convirtió en comerciante), o lo utilizo para distracciones, para inscribir a mis hijos en cursos, etc. Pero no, no me alcanza el sueldo, y que conste que no soy una renegada social, que odio a los ricos, tampoco los envidio, sólo quisiera que desaparecieran los recién llegados chavistas que aún estudiados o no, tienen corrompido el gobierno y no veo soluciones palpables... bájenle los sueldos a ellos, porque te apuesto que no pasarían ni una evaluación de efectividad y productividad!!!
CUANDO LAS
VERDADES SON GRANDES COMO TEMPLOS..
Por Manuel Caballero
Éramos un país de viajeros gozosos instalados en la dulzura ochocentista del ta´barato dame dos mayamero.
Celebrábamos los Carnavales en Aruba, Semana Santa en Cartagena, vacaciones escolares en Miami y Navidades en el Rockefeller Center. Nuestros únicos exiliados eran los becarios del Plan Gran Mariscal de Ayacucho que se iban llenos de dòlares como abejas golosas a las colmenas del saber gringo.
El que más o el que menos tenía un hermano, un primo o un novio protegiendo focas en Hawai o estudiando zootecnia en los bosques de Wishita, y uno que otro hijo de inmigrantes aterrizaba en casa de la tía gallega en La Coruña para estudiar medicina o con la abuela catalana en Gerona para estudiar Ecología. Pero el destino nos alcanzó, como en la película y nos sumamos al resto de países latinoamericanos como Argentina, Perú, Ecuador, Colombia, Rep. Dominicana o el Salvador, que luchan por un empleo de tercera en cualquiera de los países del primer mundo.
En Europa era frecuente ver a los venezolanos de turistas manirrotos conociendo la tierra de los abuelos y mirando con lástima a los argentinos, que habían llegado por aluviones a los países de la comunidad europea en las diversas oleadas que las sacudidas políticas y económicas han arrojado fuera de la otrora Suiza de América.
Aún no nos reponemos del shock. Desde hace 6 años, Venezuela se desangra buscando fuera de nuestras fronteras lo que dentro de ellas dos generaciones de venezolanos no pueden encontrar: trabajo, seguridad y una manera digna de vivir y de labrarse un futuro. Somos tantos los que huimos, que en las afueras de Miami ya hay un pueblo de quince mil habitantes que llaman popularmente Venezuelaville y que tiene la bandera de Venezuela como enseña en el cartel a la entrada al pueblo.
En Atlanta hay cafés llamados Caracas y Ocumare, y dos areperas que hacen las delicias de colombianos y chicanos. New York está lleno de bartenders maracuchos y caraqueños. Las Islas Canarias parecen el Boulevard de Sabana Grande, y en Barcelona, en pleno otoño catalán basta con entrar al Corte Inglés para comprar harina Pan, tostoncitos o una polarcita bien fría, y encontrarse en la caja número 2 a un ex compañero de la UCV haciendo el mercado de la quincena.En menos de una década nos han
convertido en un pueblo de inmigrantes, llenos de nostalgia de torontos y añorantes de queso telita.
Hace veinte años, los intelectuales venezolanos se preguntaban que era "la identidad nacional", en este país de mientras tanto y por si acaso, cuyos monumentos históricos no pasan de la década de los albores del siglo XX, y la respuesta iba más allá de esta Venezuela bolivariana de Revista Tricolor, que intentan vendernos los neochavistas. Más allá del Turpial y el Araguaney, más allá del Flamboyan y de la Semana Santa de los 7 templos.
Portugueses, italianos, españoles, eslavos, judíos y alemanes, fueron llegando a nuestras costas como sobrantes de una post-guerra de miseria y necesidades. Ahora hijos y nietos de esta marea aluvional, regresan a los países de donde vinieron los ancestros, para encontrar que valen lo mismo que un africano de patera o un colombiano sin papeles: o sea nada.
El venezolano de clase media que emigra buscando la esperanza en otros países, ve convertidos sus títulos e innumerables postgrados en sólo papel mojado y generalmente termina aceptando el primer trabajo de mesonero o empleado que le permita pagar el alquiler y sobrevivir al invierno.
Las mujeres venezolanas, acostumbradas a la paridad gerencial y a las conquistas logradas post era perejimenista, se encuentran con un mundo de amas de casa que tienen veinte años de atraso con respecto a Venezuela, en la mayoría de los casos europeos, y sobre todo en la supuesta "España moderna", que tiene la mayor tasa de violencia de género de Europa, que se escandaliza porque las Ministras del gobierno socialista posan para Vogue y en las que las mujeres en vez de jugar un papel en la historia juegan un trapo, como bien reprocharía Mafalda en uno de sus chistes más mordaces.Y el Norte, el Norte sigue siendo una quimera a ritmo de merengue venezolano, que atrocidad!!. Un Norte de Migra persiguiendo petareños por la calle Ocho de Miami, de policías aduaneros que prácticamente te instalan un localizador satelital para encontrarte post vencimiento visa turística.
En Estados Unidos nos llaman "los balseros del aire", en Canadá nos niegan las visas antes de respirar siquiera y en los consulados australianos (por sólo dar tres ejemplos) nos colocan un "warning" alrededor de la nacionalidad.
Ya no somos el país bienvenido del oro negro. Somos un país de exiliados forzosos, instalados en la añoranza de una Venezuela que no volverá y que nos dejó botados a las puertas de la historia, con nuestra rabia como única arma para derrotar a los mediocres que nos sellan el pasaporte a la salida.
Como decía el Charly García, el último que salga que apague la luz...porque los que regresen tendrán la terrible mirada de los que no creen en nada.
(*): Publicado originalmente en la Revista Veintiuno
"Venezuela is the only country in the world where a "fascist"
Opposition calls for elections and the "democratic" Government rejects them!"--
Manuel Caballero
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