Por: Eleazar Díaz Rangel
Tenía tiempo sin visitar Chile. La última vez fue en años de Pinochet, en misión periodística que investigaba casos de desaparecidos. Ahora me sorprendió atravesar la avenida 11 de Septiembre, en homenaje al día del golpe de Estado y a la muerte del presidente Allende. Nadie nunca protestó ni han intentado borrarle ese nombre. Lo interpreto como un símbolo de una realidad que apenas conocí en el libro "Chile: una democracia tutelada", de Felipe Portales, hasta hace poco demócrata cristiano, y cuyas 500 páginas leí durante el viaje. Demuestra cómo la Concertación Democrática, que reúne a los partidos Demócrata Cristiano, Socialista y por la Democracia desde 1989 hace concesiones al pinochetismo. Esa línea, con divergencias internas, la han aplicado los gobiernos de la CD hasta ahora, por temor a una regresión o a afectar el modelo económico neoliberal.
Pinochet les impuso una Constitución en 1980; escribe Portales: "...los cambios constitucionales de 1989 reforzaron, en lugar de debilitar, el sistema político, económico y social, dejado por la dictadura. Frente a la inminente elección de un Presidente de la República de la CD, éste quedó con menos influencia y poder que el que le otorgaba la Constitución original del 80. De este modo, la "democracia" quedó aún más "tutelada" y "protegida". Todo cuanto afirma está sustentado en la palabra de unos y otros, comenzando por las de Pinochet.
El sistema electoral impide que casi 30% de la dispersa votación de izquierda esté representada en el Congreso; el sindicalismo, tradicionalmente poderoso, hoy languidece con apenas 10% de la fuerza laboral afiliada; las organizaciones sociales dejaron de ser factores de lucha, y apenas los estudiantes generaron un movimiento grande de protesta, hoy disuelto en comisiones de estudio. Pese a todas las gestiones ante los gobiernos de la CD, el diario "Clarín", confiscado por Pinochet no ha sido devuelto a sus dueños ni estos indemnizados. Increíble. El caso está en un tribunal internacional.
El Ejército y el Gobierno parecieron instituciones distintas que negociaban, uno que amenazaba y presionaba, y el otro cedía. En el seno de la CD, "unos tenían más miedo que otros a los poderes fácticos".
Para entender fuera de Chile al gobierno de la socialista Michelle Bachelet, sus vacilaciones y debilidades, hay que conocer la realidad que pinta ese libro de Portales.
Argentina. ¿Qué interesaba a los argentinos en estos días? Según los medios, la desganada campaña electoral está decidida a favor de Cristina Fernández de Kitchner, incluso debe ganar en una sola vuelta, pero escribiré otro día. En cambio, el pase a los semifinales en un deporte elitesco en Argentina como el rugby, después de perder cinco veces con Suráfrica en mundiales, hoy deciden con ellos si van a la final, hasta les hizo olvidar su compromiso en las eliminatorias del mundial de fútbol. Los 40 años del asesinato del "Che" Guevara ocuparon espacios privilegiados en los medios. Nuevos libros, documentales, reportajes, enviados especiales a los actos en La Higuera, en Bolivia.
Pero el juicio televisado que constituyó el centro de mayor atención fue el de Von Wernich, capellán de la policía de Buenos Aires en años de la dictadura, que fue sentenciado por 7 homicidios, 31 casos de torturas y 41 secuestros. Llegó a su clímax el día que leyeron la sentencia en La Plata, las afueras del tribunal llenas de gente, opositores y oficialistas mostraron su contento. Recibió reclusión perpetua, pero lo más importante es cómo debió quedar la imagen de la Iglesia, que se limitó a una criticada declaración de 20 líneas para afirmar que él actuó bajo su responsabilidad personal e insistir en la reconciliación. Ni una palabra sobre las víctimas. Como si nada hubiera sucedido, ni una sanción al cura que podrá seguir diciendo misas.
En esta onda de sancionar los crímenes de la dictadura, los medios destacaron la sentencia contra la familia Pinochet acusada por robos. La fortuna oculta del dictador es de millones de dólares. Otros 700 militares y policías están enjuiciados por violar los derechos humanos. Pero "El pinochetismo cultural y civil está más vivo que nunca", dijo el abogado de los DH, Manuel Garreton. También es fuerte en la FAN. No se crean.
De paso valoraron la ley española de memoria histórica, que declara ilegítimos los juicios de los tribunales de la dictadura de Franco, y obliga a quitar símbolos, nombres y estatuas vinculados a esa dictadura. Igual que en Chile, el derechista PP de Aznar se opone porque es ¡"reabrir las heridas"! Perú. Al regreso, después de pasar aduanas de tres países, en la de Lima le decomisaron del bolso de mano de Aida un perfume, desodorante, crema para las manos y protector solar, por medidas de alta seguridad contra el terrorismo. No sé si estaban molestos los vigilantes porque ese día, el viernes, aparecieron en la prensa dos encuestas, según las cuales la gestión de Alan García bajó de 51,6% de aprobación en septiembre a 37,7% en octubre, y los que desaprueban pasaron de 39,8% a 53,5%, según la de la Universidad de Lima, y en otra de la U. Católica, 49% que la aprobaba bajó a 30%, y los que desaprobaban subieron de 39% a 63%. Todo en un mes.
¿Qué más decirles en tan apretado resumen? Asistí a un vino de honor de la embajadora María Urbaneja, en Santiago, con periodistas, y en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, a una charla para responder preguntas de estudiantes; en Villa Gesell (Argentina), donde se reunió el X Congreso Latinoamericano de Periodistas, invitado también a hablarles sobre lo que pasa en este país y sobre el rol de los medios. Allí recibí un homenaje.
Cuando pasábamos las fronteras ChileArgentina, en la Patagonia, llenas de nieve, y un aduanero vio el pasaporte me preguntó: "¿Son de Venezuela? ¿Con Chávez o contra Chávez?". ¡Quién lo iba a pensar con tanto frío, en un sitio sin prensa y a miles de kilómetros de Caracas! Todo ese tiempo, con una arepa en la residencia del embajador Arévalo Méndez.
Sin un whisky, siempre, buenos vinos chilenos y argentinos, unas 2 mil marcas desconocidas aquí. Imagínense que en Puerto Madero, zona bonaerense de restaurantes, me encontré con un Mabel "Punto Final", que bebimos en homenaje a la revista chilena de ese nombre que dirige nuestro amigo Manuel Cabieses.
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