José Baig BBC Mundo, Asuntos Hispanos |
Una mañana de sábado, en el parque Crandon de Miami, una instructora de ejercicios vestida con una malla negra da instrucciones de cómo estirar los músculos para evitar lesiones al caminar.
Su audiencia está conformada por un medio centenar de personas de entre 30 y 50 años, algunas con sobrepeso, otras decididamente obesas.
Todos participan en una caminata contra la obesidad, organizada por un hospital local. Del grupo, más de la mitad son de origen latinoamericano, como Mildred Perdomo.
Mildred llegó de Cuba a los ocho años. Antes de cumplir 35 años llegó a pesar más de cien kilos. "Empecé a engordar cuando entré a la escuela de derecho", le explica a BBC Mundo.
Mucho peso en poco tiempo
Al igual que Mildred, muchos latinoamericanos llegan a esta país y empiezan a engordar. Una vez que se acostumbran a las comidas abundantes, grasosas y azucaradas, le transmiten esa "cultura" a sus hijos.
A causa de eso, los hispanos, que son la minoría que más ha crecido en los últimos años, son también la minoría que más crece para los costados.
Una de cada cuatro personas de origen latinoamericano padece de obesidad y solo el 35% de esa minoría tiene un peso adecuado.
El porcentaje de latinos pasados de peso se duplicado en menos de una década, según estudios de las autoridades de salud de Estados Unidos.
Mucha grasa, poco ejercicio
Los expertos explican que este fenómeno debe atribuirse a una combinación de factores culturales, genéticos y sociales.
La nutricionista Claudia González le dijo a BBC Mundo que hay dos tipos de actividad física. Una es la que se hace con las labores domésticas o las tareas diarias, como caminar, lavar, limpiar. La otra son los ejercicios como correr, nadar o ir al gimnasio.
"Los hispanos no hacemos ni la una ni la otra", señala González, autora del libro "Gordito no significa saludable", dirigido a las madres latinas.
El otro problema, según comenta el nutricionista Simón Barquera, del Centro de Investigación en Nutrición y Salud de México, es que los latinoamericanos que llegan a Estados Unidos no están adaptados al tipo de alimentos que encuentran aquí.
"Empiezan a comer cargas mucho más grandes de carbohidratos y comidas más densas en energía y eso les engorda, a diferencia de otros grupos que ya saben los efectos de la comida americana y se defienden un poquito mejor", explica Barquera.
La situación es tan grave, que los expertos creen que de cada dos niños hispanos que nacen hoy, uno de ellos padecerá diabetes en el futuro como consecuencia de sus problemas de peso.
Cambiar de vida
Para resolver su problema, Mildred Perdomo se sometió a una cirugía gástrica en la que le redujeron el tamaño del estómago.
Gracias a la operación, Mildred pudo bajar cerca de 50 kilos y ha comenzado a sentirse mucho mejor."He aprendido a comer mejor, estoy haciendo ejercicio todos los días y ha sido un cambio de vida total", explica.
Pero el doctor Edi Gómez, que practica este tipo de procedimientos, explica que solamente la cirugía no es suficiente para poder bajar de peso.
Para él, someterse a algún tipo de cirugía gástrica es el primer paso de un compromiso para cambiar de vida.
Además, recalca que debe haber más educación "para comer vegetales y frutas y darnos cuenta de que podemos sobrevivir sin comer arroz y carne todos los días".
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