En el Live 8 solo se expresaron los del Primer Mundo, y Shakira!
¡Ni G8, ni Live 8!
Para reunir los 38 millones de euros que costó el evento, Live 8 pidió la contribución a empresas multinacionales
Por: Comité por la Anulación de la Deuda al Tercer Mundo
Cuando reclamamos la anulación de la deuda del Tercer Mundo, debemos siempre preguntarnos sobre los medios para conseguirla. La música puede ser un excelente vehículo para expresar esta reivindicación y compartirla con un público más numeroso, un buen ejemplo de ello es la compilación « Drop the debt », vendida en una veintena de países, o los festivales comprometidos como Noches Atípicas en Langon o ¡Esperanzah! en el sud de Bruselas[1], y muchos otros festivales en los cuatro rincones del planeta. Pero ¿qué pensar de la estrategia de Live 8, que, para presionar a los dirigentes del G8 para que anulen la deuda y que aumenten la ayuda a África, contrata mega estrellas para realizar inmensos shows planetarios muy comerciales y muy estereotipados?
Bob Geldof, Bono y algunos otros no han elegido el buen camino por varias razones.
Primero, la elección de aquellos que han sido elegidos para subir a la santa tribuna de Live 8 fue subjetiva y los criterios mercantiles han sido omnipresentes. ¿Cuántos artistas africanos han sido elegidos para expresar su cólera y para testimoniar sobre lo vivido por sus compatriotas? Para ser elegido era necesario sobre todo vender discos, ninguna necesidad de tener algún mensaje a trasmitir. La elección de Geldof y de sus asociados revela implícitamente que una vez más, la voz de los que sufren la deuda no ha sido tenida en cuenta. Sin embargo, recordemos con el historiador burkinés Joseph Ki-Zerbo: «no se nos desarrolla, nosotros nos desarrollamos». Toda iniciativa dirigida a luchar contra la pobreza sin implicar fundamentalmente a los más pobres está destinada al fracasó. El G8 no lo ha comprendido, el Live 8 tampoco.
Segundo, gastar 38 millones de euros para esos conciertos gigantes a través del mundo plantea interrogantes. Para reunir esa suma, el Live 8 recurrió a métodos que seria bueno condenar: se ha pedido la contribución a empresas multinacionales, mientras que es por la presión de esas mismas grandes empresas privadas que se han impuesto a los países del Sud, desde los años ’80: la liberalización económica, la apertura de los mercados y las privatizaciones masivas. Todas esas medidas, acompañadas por el aumento de los gastos escolares, de los gastos de salud, del impuesto al valor agregado (IVA), así como la supresión de las subvenciones a los productos de base, ha jugado un papel importante en el aumento de de la pobreza en África. Bill Gates (Microsoft) tomó la palabra durante el espectaculo de Live 8 en Londres. Sin comentario.
Tercero, ¿cuál es la cultura valorizada por el Live 8? Es la fabricada en América del Norte y Europa, principalmente anglosajona. Una cultura que se impone a todos los pueblos del planeta a través de la industria del entretenimiento (que constituye la primera industria exportadora de los Estados Unidos). Una cultura que ahoga a las otras culturas, especialmente a las de los países endeudados.
Cuarto, saludando Tony Blair, Gordon Brown, G. W. Bush o Jacques Chirac, los promotores tienden finalmente a legitimar una instancia profundamente ilegítima. El G8 no es en el fondo sino una agrupación de los países más ricos que pretenden reglar los asuntos mundiales sin reportarse a nadie. Por ejemplo el 11 de de junio último, el G8 anunció con bombos y platillos la anulación de la deuda de 18 países pobres con el Banco Mundial, con el Banco Africano de Desarrollo y con el FMI. Es muy revelador que este anuncio, que muestra sobre todo los fracasos de las medidas adoptadas hasta ese momento y una modesta prima a países bien dóciles, sea una decisión tomada solo por los dirigentes del G8, despreciando las reglas democráticas de base, ya que las poblaciones del Sud no han sido invitadas a expresarse y las instituciones multilaterales afectadas no tuvieron voz en el asunto. El G8 es ilegítimo, y un cambio consecuente no podrá tener lugar sino oponiéndose a entrar en su juego.
Después de esa afluencia de anuncios históricos por parte del G8, después de esa incursión también muy mediatizada de la buena verba de algunos cantores occidentales, entre los que se encuentran tres estrellas del pop y empresarios que recibieron títulos de nobleza de la mano de la Reina de Inglaterra (Bob Geldof, Elton John, Paul McCartney) más o menos mesiánicos, todos los ciudadanos deseosos de justicia van a continuar su lucha por un modelo cuyos valores son opuestos a los del modelo actual, que los proyectistas del Hyde Park y de Versailles han finalmente reforzado: un mundo en el que la deuda no oprima más a miles de millones de individuos, en el que los derechos humanos fundamentales sean garantidos. Un mundo en el que las culturas y las voces de los pueblos afectados puedan expresarse plenamente. Releguemos a la pobreza al basurero de la historia, al G8 también.
Damien Millet, presidente del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM) Francia;
Victor Nzuzi, campesino, coordinador del NAD en RD Congo;
Aminata Touré Barry, présidente del CAD Mali;
Eric Toussaint, presidente del CADTM Bélgica.
Todos miembros de la red internacional CADTM info@cadtm.org
Para reunir los 38 millones de euros que costó el evento, Live 8 pidió la contribución a empresas multinacionales
Por: Comité por la Anulación de la Deuda al Tercer Mundo
Cuando reclamamos la anulación de la deuda del Tercer Mundo, debemos siempre preguntarnos sobre los medios para conseguirla. La música puede ser un excelente vehículo para expresar esta reivindicación y compartirla con un público más numeroso, un buen ejemplo de ello es la compilación « Drop the debt », vendida en una veintena de países, o los festivales comprometidos como Noches Atípicas en Langon o ¡Esperanzah! en el sud de Bruselas[1], y muchos otros festivales en los cuatro rincones del planeta. Pero ¿qué pensar de la estrategia de Live 8, que, para presionar a los dirigentes del G8 para que anulen la deuda y que aumenten la ayuda a África, contrata mega estrellas para realizar inmensos shows planetarios muy comerciales y muy estereotipados?
Bob Geldof, Bono y algunos otros no han elegido el buen camino por varias razones.
Primero, la elección de aquellos que han sido elegidos para subir a la santa tribuna de Live 8 fue subjetiva y los criterios mercantiles han sido omnipresentes. ¿Cuántos artistas africanos han sido elegidos para expresar su cólera y para testimoniar sobre lo vivido por sus compatriotas? Para ser elegido era necesario sobre todo vender discos, ninguna necesidad de tener algún mensaje a trasmitir. La elección de Geldof y de sus asociados revela implícitamente que una vez más, la voz de los que sufren la deuda no ha sido tenida en cuenta. Sin embargo, recordemos con el historiador burkinés Joseph Ki-Zerbo: «no se nos desarrolla, nosotros nos desarrollamos». Toda iniciativa dirigida a luchar contra la pobreza sin implicar fundamentalmente a los más pobres está destinada al fracasó. El G8 no lo ha comprendido, el Live 8 tampoco.
Segundo, gastar 38 millones de euros para esos conciertos gigantes a través del mundo plantea interrogantes. Para reunir esa suma, el Live 8 recurrió a métodos que seria bueno condenar: se ha pedido la contribución a empresas multinacionales, mientras que es por la presión de esas mismas grandes empresas privadas que se han impuesto a los países del Sud, desde los años ’80: la liberalización económica, la apertura de los mercados y las privatizaciones masivas. Todas esas medidas, acompañadas por el aumento de los gastos escolares, de los gastos de salud, del impuesto al valor agregado (IVA), así como la supresión de las subvenciones a los productos de base, ha jugado un papel importante en el aumento de de la pobreza en África. Bill Gates (Microsoft) tomó la palabra durante el espectaculo de Live 8 en Londres. Sin comentario.
Tercero, ¿cuál es la cultura valorizada por el Live 8? Es la fabricada en América del Norte y Europa, principalmente anglosajona. Una cultura que se impone a todos los pueblos del planeta a través de la industria del entretenimiento (que constituye la primera industria exportadora de los Estados Unidos). Una cultura que ahoga a las otras culturas, especialmente a las de los países endeudados.
Cuarto, saludando Tony Blair, Gordon Brown, G. W. Bush o Jacques Chirac, los promotores tienden finalmente a legitimar una instancia profundamente ilegítima. El G8 no es en el fondo sino una agrupación de los países más ricos que pretenden reglar los asuntos mundiales sin reportarse a nadie. Por ejemplo el 11 de de junio último, el G8 anunció con bombos y platillos la anulación de la deuda de 18 países pobres con el Banco Mundial, con el Banco Africano de Desarrollo y con el FMI. Es muy revelador que este anuncio, que muestra sobre todo los fracasos de las medidas adoptadas hasta ese momento y una modesta prima a países bien dóciles, sea una decisión tomada solo por los dirigentes del G8, despreciando las reglas democráticas de base, ya que las poblaciones del Sud no han sido invitadas a expresarse y las instituciones multilaterales afectadas no tuvieron voz en el asunto. El G8 es ilegítimo, y un cambio consecuente no podrá tener lugar sino oponiéndose a entrar en su juego.
Después de esa afluencia de anuncios históricos por parte del G8, después de esa incursión también muy mediatizada de la buena verba de algunos cantores occidentales, entre los que se encuentran tres estrellas del pop y empresarios que recibieron títulos de nobleza de la mano de la Reina de Inglaterra (Bob Geldof, Elton John, Paul McCartney) más o menos mesiánicos, todos los ciudadanos deseosos de justicia van a continuar su lucha por un modelo cuyos valores son opuestos a los del modelo actual, que los proyectistas del Hyde Park y de Versailles han finalmente reforzado: un mundo en el que la deuda no oprima más a miles de millones de individuos, en el que los derechos humanos fundamentales sean garantidos. Un mundo en el que las culturas y las voces de los pueblos afectados puedan expresarse plenamente. Releguemos a la pobreza al basurero de la historia, al G8 también.
Damien Millet, presidente del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM) Francia;
Victor Nzuzi, campesino, coordinador del NAD en RD Congo;
Aminata Touré Barry, présidente del CAD Mali;
Eric Toussaint, presidente del CADTM Bélgica.
Todos miembros de la red internacional CADTM info@cadtm.org
6 comentarios:
Tu argumento se fue por el camino mas largo y complicado. Te hubieses ahorrado tiempo senyalando simplemente que el "Live Aid" de 1984 (en el que toco U2, etc.) "ayudo" a Africa a empeorarse, que es donde estan ahora.
Yo fui al Live 8, por razones mucho menos nobles: queria ver a The Cure y The Muse tocando gratis. Evidentemente me encolericé cuando vi a Gates o Will Smith explicandome que muere un nigno cada 3 segundos o pidiéndome dinero (via un SMS) para "aliviar" al Africa.
La gente que cree que este tipo de conceptos "ayuda" a alguien (y digo "concepto" en general, lo haga Geldorf o Rigoberta Menchu) ignora la logica de humillacion inherente a la limosna.
"Compasion -dice Nietzsche- es cerrar la mano ante el que pide dinero".
...Pero the Muse es la banda mas impresionante que he visto en vivo hace un buen tiempo. Valio la pena. Gracias, Bob y Bono. Pueden poner a Pearl Jam en la proxima edicion? Asi vuelvo a asistir...
Un saludo,
V.
Epale Vicente,
El argumento no es mio, fijate bien, es del comité por la anulacion de la deuda de varios paises.
Una cosa es el concierto, y otra es haberle inventado esa excusa, asi que no creo que se deba sentir remordimientos por haber ido alli. Ahora, les quedarìa mejor si hubiesen invitado algunos grupos del tercer mundo, aunque fuera para disimular.
Tenía ganas de escribirte un comentario largo y bien pensado pero no quiero que pasen más días, así que puntualmente:
- Fueron 10 conciertos a nivel mundial, 9 de ellos en los países del G8 y uno en Suráfrica. O sea, sí hubo participación Africana.
- No sólo Bill Gates habló, también Nelson Mandela, y muchos otros entre ambos extremos del espectro. Aún cuando critiquemos a Microsoft y sus estrategias de negocios anti-éticas, hay que reconocer que Bill Gates es una persona exitosa justamente en esa área en que menos éxito han tenido la mayoría de los países africanos, que es en lo de maximizar las ganancias, así que habló con toda propiedad, para el que lo quiera escuchar.
- Qué pedían los del Live8? No era dinero (me parece muy extranyo que Vicente, estando allí presente, se haya quedado con esa idea), era tu nombre, querían tener la mayor cantidad de personas presionando a los líderes del G8 para que tomen en cuenta a Africa en la cumbre, para "hacer historia de la pobreza".
- El énfasis que muchos de los que hablaron dieron fue en ayudar a Africa no con limosnas, o ayudas financieras, sino el pedir un trato más justo en el comercio con esos países (fair trade). De nuevo, esto es algo que los países del G8 pueden ayudar sustancialmente, por lo cual es relevante traerlo a colación para la cumbre.
- Sí hubo artistas africanos tocando, pero lamentablemente si hubiesen sido SOLO grupos africanos desconocidos, nadie hubiese ido, y la idea principal de los concierto no era divulgar la música africana sino "raise awareness", que la gente de los países del G8 y del mundo entero, se entere de la realidad africana, intercalando videos entre cambios de bandas.
- Algunos de los artistas más conocidos aprovecharon la oportunidad de traer un mensaje en sus presentaciones. Por ejemplo, Sting cambió la letra de una de sus canciones para atacar a los líderes del G8 "we'll be watching you", Mariah Carey cantó con un coro de huérfanos africanos, Dido cantó con un cantante africano famoso (aunque lo conocerán ellos, jeje) la canción 7 seconds, con la línea "when a child is born into this world, it has no concept of the tone of skin it's living in", Ms Dynamite cantó una canción de Bob Marley super apropiada, Madonna comenzó su presentación tomada de la mano de una joven africana que cuando el LiveAid del 84 era una ninyita esquelética con moscas en la cara y horas de vida (y ahora tiene un título en agronomía)... etc, etc, etc.
- Para culminar, es muy fácil ser muy cínico cuando en verdad hubo gente que usó el Live8 con otra agenda (tanto espectadores como cantantes, no lo dudo), pero el decir que esto fue una humillación para Africa es el colmo del cinismo, todo lo contrario.
Seguro que se me escapan cosas por decir, pero sé que después del 6 de julio tendremos más noticias para comentar.
Un abrazo desde el UK,
A.
Hola Adriana,
A mi me huele mal ese concierto. Me suena a excusa para montar un gran show, y desviar la lucha por la pobreza en el mundo.
Si revisas la pagina de billboard o incluso MTV veras la noticia "bandas que tocaron el Live 8 aumentaron drasticamente (spike) sus ventas".
Lo siento, pero cuando hay bandas como Audioslave y Sistem of a down haciendo conciertos politicos y éngagés todo el anyo (y toda su vida), no puedo sino ver oportunismo en el que Shakira y Mariah Carey (?) repentinamente se preocupen (por dos horas) de los nignos del Africa.
En cuanto al cinismo: No hay nada mas cinico que la postura de Bill Gates y el G8. Son los PRIMEROS en entusiasmarse con iniciativas caritativas para solucionar la pobreza en el Africa (o donde sea), pero cuando se trata de cambiar sus politicas -que son las que tienen al Africa en dicha pobreza en primer lugar-, la respuesta es siempre "No".
Esa es la raiz del cinismo: pegarle a alguien y luego mandarle flores al hospital, como Don Vito Corleone.
Publicar un comentario