En Mauritania, un país afectado por la pobreza y el hambre la obesidad es símbolo de riqueza. Sin embargo, para algunas mujeres es una dura tarea.
Momta es una abuela acostumbrada forzar comida a sus hijas y nietas: "Para nosotros una niña que no fue obligada a comer es fea, una vergüenza".
Apenas el ganado produce leche comienza la alimentación de Souadou, una nieta de Momta. Con 10 años es obligada a beber grandes cantidades.
Los dedos de Souadou son introducidos entre dos palos unidos en un extremo, utilizados como elementos de tortura. Momta explicó que al provocar dolor se cortan los deseos de vomitar.
Los intensos dolores y los vómitos son comunes. Souadou vomitó grandes cantidades. "Temo perder mi habilidad para pararme, de convertirme en una lisiada".
Algunas mujeres jóvenes sufren de diabetes, males cardíacos, cálculos biliares y artritis. La obsesión por la obesidad afecta a las personas más vulnerables.
1 comentario:
q molleja de horrible!
:-s
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