Baur logró la patente del envase en 1970. |
Hay gente cuya última voluntad es que, una vez fallecidos, sus cenizas sean esparcidas en el mar, en la montaña o, en caso de que tengan el dinero para pagarlo, en el espacio. Otros son más modestos y piden que sus restos descansen...en un envase de papas.
Ese es el caso del hombre que diseñó el envase de las conocidas papitas Pringles.
Fredric J. Baur estaba tan orgulloso de su creación que ha hecho que sus familiares entierren parte de sus cenizas en uno de esos envases cilíndricos.
Baur murió el pasado mayo a los 89 años en Cincinnati y ahora sus restos descansan en el cementerio de la ciudad de Springfield en una de los envoltorios que él mismo diseñó.
Según declararon sus familiares, la última voluntad de Baur responde a lo orgulloso que se sentía de su invención.
Baur, quien trabajaba para la compañía Procter and Gamble, logró la patente del envase en 1970.
El diseñador se jubiló a principios de los ochenta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario