domingo, junio 03, 2018

Voyage: Del porqué un ucevista puede comer pizza de mostaza picante y otras...

Con Cristina la cumpleañera y Fernanda


Subject: Voyage: De porqué un ucevista puede comer pizza de mostaza picante y otras....
Date: Mon, 26 Apr 1999 01:49:08 PDT

Bonjour mes amis,

ESPAÑOLES AL ATAQUE

Les cuento lo que hice este fin de semana.

El Viernes, Fernanda y yo, le teníamos preparada una fiesta sorpresa de cumpleaños a Cristina, la otra brasileira. Para la fiesta vinieron como 12 brasileiros, pero además hubo una invasión de coleados del nuevo grupo de españoles que ahora invadió la MINA. La fiesta nos quedo muy buena, aunque al principio e igual que en la fiesta en la Maison de Portugal, los brasileños se sentaron a hablar y las brasileñas detrás de la barra atendiendo, pero luego con la música empezaron a bailar y es como en Venezuela salvo que como que tampoco hay mucho baile en parejas. Aquí en Venezuela se baila más en parejas.

Yo le había dicho de la fiesta a una española nueva que llego a la MINA y que es de las Islas Canarias y la caraja se presento con una tropa como de 20 carajos desesperados, menos mal que llevaron su propia bebida. Esos españoles como que tienen una obsesión con las catiras brasileñas y como Fernanda es brasileña-alemana, los cargaba locos. A cada rato me decían que se las presentara, pobrecita con lo tímida que es ella, le cayó una verdadera invasión Yo me pude reír muchísimo porque eran igualitos a los conquistadores que buscaban el dorado, pero en este caso era el cabello dorado. Yo les decía, que está por allá y los carajos caían como unos pendejos buscando por allá y luego les decía que buscaran por el camino contrario y por el camino contrario se iban con desespero. Al fin decidí presentarles a Fernanda para que rebotaran de una vez, pero lo que no pude calcular, es que la bandada la fue persiguiendo hasta la puerta de su cuarto y se dispuso a esperarla. ¡Eran como las langostas! Nunca había visto algo así. Yo gozaba un puyero, hasta que repararon que en mi cuarto había ron. Yo me dije, ¡mierda, mis reservitas de ron no las voy a dejar en manos de estos salvajes que se la toman con Coca Cola! Y me los logré quitar de encima diciéndoles que había una fiesta de españolas en la 109. Los carajos se fueron corriendo y nosotros nos perdimos.

DEL PORQUÉ LOS UCEVISTAS PUEDEN COMER PIZZA DE MOSTAZA

El Sábado cuando regresé, me fui a la chambre de Nelson. Al lado estaban sus vecinas quienes tenían una pizza extraña para mi que nadie se había podido comer. Una pizza cuya salsa no era de tomate sino de mostaza picante de Dijon. Todo el que intentaba echarle diente salía con lágrimas en los ojos, corriendo a tomar agua y exclamando y ni Nelson que tiene la costumbre centroamericana de comer tostitos con chile picante pudo comérsela. Ya la iban a botar cuando llegué yo, el que temía pasar hambre si no le pagaban la beca...

En verdad, yo no había cenado y tenía mucha hambre, así que valía la pena el intento de comer gratis. Despejé el camino libre hacia el lavamanos, por si acaso había que vomitar, prepare un vaso de agua y la probé tranquilo, no era buena pero se podía tolerar. Todos estaban impresionados, me comí el pedazo que me dieron y ni siquiera tomé agua, me senté en frente de la pizza y como más nadie se la iba a comer pregunté ¿puedo comérmela toda?. Me dijeron que por supuesto y me la comí con muchísimo gusto. Todos seguían con la boca abierta, y Nelson decía: ¡Ya sabemos que en Venezuela si hay hombres! Al final me preguntaron ¿cómo lo hiciste? Y no sabía cuál era la explicación y les di la única explicación que se me ocurrió en el momento: - Es que estoy acostumbrado a los gases lacrimógenos y al gas mostaza.

OTRAS

Me estoy leyendo un libro magnífico que se llama: “Las Venas Abiertas de América Latina”, de Eduardo Galeano, me lo prestó Carmen y ya estoy a punto de comenzar a poner bombas por aquí. ¡Viva la Revolución Latinoamericana, carajo! ¿Ese libro está prohibido en Venezuela?

Carmen en El Pensador de Rodin
Ayer visité con Carmen (Uruguay) el Musée Rodin. Al principio la intención era visitar únicamente los jardines, eso cuesta 5 Fr que es como 500 Bs, pero en El Pensador nos conseguimos a Anne Laure y al novio quienes venían saliendo y nos dieron sus entradas. Rodin es magnífico, pero algún día van a venerar más aún a Camille Claudel, su amante, escultora también.

Ayer, en la chambre de Cristina estaba Pascal, un francés que es como tonto que anda detrás de Cristina. Le dije a Pascal que en Francia no hay libertad porque uno estaba todo el tiempo llenando planillas. El tipo asintió. Es como medio raro.

Me despido, au revoir....

Luis Manuel

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