Fuente: BBC
Corogeanu dijo que apelará la decisión del tribunal. |
Irina Cornici, una religiosa de 23 años de edad, falleció después de haber sido encadenada a una cruz en un convento ubicado en una zona remota en el noreste del país, y privada de alimentos.
El ritual tuvo lugar en 2005 y fue llevado a cabo por Daniel Petru Corogeanu, un sacerdote de 31 años del convento de la Sagrada Trinidad, en la localidad de Tacanu.
Corogeanu y cuatro monjas fueron condenadas por homicidio. Las monjas recibieron sentencias de prisión de entre cinco y ocho años.
Todos los acusados tienen previsto apelar el veredicto.
Este caso ha sacudido a Rumania. La iglesia ortodoxa, que describió el incidente de Tanacu como "abominable", prometió reformas, incluyendo pruebas psicológicas para aquellos que quieren ingresar a un monasterio.
Asimismo, expulsó a Corogeanu del sacerdocio y excomulgó a las cuatro religiosas.
Ayuda divina
En 1999, el Vaticano elaboró una serie de directrices sobre cómo expulsar a los demonios, para actualizar las existentes desde 1614.
En ese documento, la Iglesia urgía a los sacerdotes a tomar en cuenta nociones de psiquiatría contemporánea en el momento de decidir quién debe ser exorcizado.
Tras escuchar su sentencia, Corogeanu dijo: "Apelaremos y esperamos tener éxito. No contábamos con esta sentencia, pero es la decisión del juez. Vamos a rezarle a Dios para que nos ayude".
Decenas de simpatizantes de Corogeanu estuvieron presentes durante el juicio y estallaron en llanto cuando se anunció el veredicto, informó la agencia de noticias AP.
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