Javier Farje BBC Mundo |
Algunos habitantes de Yorkshire, una serie de condados al norte de Inglaterra, que se jactan de su identidad británica bebiendo té y jugando al cricket, tendrían todo el derecho de incorporar la frase "somos africanos" en la definición de su propia forma de ser, aunque no de parecer.
Porque la sangre africana corre por las venas de algunos de quienes se definen como descendientes de los clanes anglosajones que le dan identidad a este país.
Un estudio realizado por la Universidad de Leicester, en el Reino Unido, reveló que siete habitantes de Yorkshire con un apellido no muy común poseen el cromosoma africano Y, proveniente de un inmigrante senegalés que vivió en esos condados a inicios del siglo XVIII.
El cromosoma Y es un paquete de material genético que pertenece al sexo masculino y que pasa de padres a hijos de forma tan fiel como un apellido.
Mark Jobblings, profesor de genética y autor del estudio, sostiene que "la historia de la migración humana es muy compleja, especialmente para una isla nación como la nuestra y este estudio rechaza la idea de que hay simplemente poblaciones o razas".
"Este cromosoma no tiene nada que ver con la apariencia o identidad de una persona, sino que es un elemento muy importante de nuestro origen africano" dijo.
Los detalles del estudio aparecen en la Revista Europea de Genética Humana.
Libios en Escocia
Hay referencias históricas de la presencia norte-africana en el sur de Escocia que data de la época en que los romanos, hace 1.800 años, merodeaban por estas tierras conquistándolas.
A Escocia enviaban a sus generales libios, luego de las campañas para asediar Europa, con el fin de descansar de los avatares de la guerra.
La llamada "División de los Moros" se tomó el concepto de descanso muy en serio, al punto de tener concubinas escocesas que les dieron hijos con sangre africana.
No hace mucho, un documental de la BBC puso en evidencia lo traumático que puede ser para algunos británicos descubrir que tienen el mismo cromosoma que proviene del oeste de África.
Para unos fue un descubrimiento liberador que les permitió salir de la ignorancia que alimenta al racismo, pero para otros fue como encontrarse con que sufren de una enfermedad incurable.
Pero la cosa va más allá de las fronteras inglesas o escocesas.
Thomas Jefferson, el tercer presidente de Estados Unidos, y cuyos ancestros se sentían orgullosos de su origen galés, tenía, en realidad, cromosomas K2, provenientes del noroeste de África.
Uno de los idiomas que se habla en Senegal es el Wolof, una lengua musical y policroma. Ellos dicen Nit ñi para definir el concepto de gente, saludan con las palabras Naka Nga Nef y agradecen diciendo Nere Jef.
Los habitantes de Yorkshire bien harían en incorporar la musicalidad de la lengua de muchos de sus ancestros como parte de una identidad recién descubierta, pero no por ello menos rica.
2 comentarios:
esto es medio tonto, ya que la raza humana se origino en africa, por lo tanto todos los humanos provienen de africa, incluso los chinos. ¿cual es el problema? Ademas ese gen lo podemos tener todos y no es una prueba definitiva, ya que solo se da con MAYOR FRECUENCIA en esas zonas de africa. Pero eso no impide que se de en otras.
Tienes toda la razón del mundo. Sin embargo, a algunos ingleses les debe doler tener un ancestro africano tan cerquita.
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