Date: Mon, 22 Feb 1999
05:55:52 PST
Subject: Voyage: Me voy
para Amsterdam, o a donde me lleve el destino..(II)
Voilà Amigos,
Continúo con el recuento...
EN CARRETERA
Como
es lo normal en mi vida, comenzamos el viaje perdiéndonos…
Aquí
en Europa agarrar autopistas no es tan fácil como en Venezuela. Aquí hay millones
de autopistas diferentes entrelazadas, cada una con numeraciones
locales, regionales, nacionales, europeas y mundiales; y a pesar
de que llevábamos un buen mapa de carreteras, lo primero que hicimos
fue desviarnos hacia Lyon, es decir hacia el sur.
No
encontrábamos como salir de esa autopista y tardamos como 20 minutos viajando
hacia el sur. Se me ocurrió decir, a lo mejor así llegaremos a Italia, y no era
en broma, si seguíamos así tendríamos que recobrar nuestro itinerario original.
Hasta que por fin encontramos el retorno y ahora solo había que buscar la
autopista hacia Brujas, pasando por Lille (hacia el norte). Caímos de nuevo en
el anillo que da la vuelta a Paris y le dimos como 3 vueltas antes de encontrar
la vía que buscábamos. Creo que tuve hasta vértigos.
Por
primera vez tuve la oportunidad de mirar a Francia como un país industrializado.
Nunca antes había visto nada excepto el interior del anillo más cerrado de
París, porque cuando fui a Barcelona el viaje fue de noche y no pude ver nada.
Estaba impresionado por la cantidad de industrias. ¡Como han de contaminar!, En
Île de France, que es como el Distrito Federal, se genera por lo menos el 20% del
PIB francés.
Cuando
por fin logramos tomar carretera, empezamos a ver el paisaje, bueno, dice uno
el paisaje, porque en realidad no había una sola cosa que no estuviese puesta
allí por el hombre. Hasta las maticas. En realidad, Francia es un país plano y
monótono, al menos por esa región. Muy bonito, pero aburrido.
El
clima nos empezó a tratar peor, como si quisiera decirnos: - Pendejos, ustedes
son los únicos latinoamericanos a los que se les ocurre ir hacia el norte en invierno.
Como yo andaba muerto de sueño y tosiendo mucho, me medio dormí un poco con la
recomendación médica y bajo promesa de
que me despertarían cuando cambiara en algo el paisaje. No quería perderme
nada, aunque me sentía bastante mal. Me desperté yo mismo antes de llegar a
Lille y nevaba lloviendo (todavía no he encontrado una palabra para cuando
nieva y llueve al mismo tiempo, creo que lo voy a llamar: El clima ladillaba).
Tenía
ganas de ir al baño, al igual que Sofía, por lo que nos paramos en un gigantesco
hipermercado Aucham en medio de la carretera, y pasamos como 1 hora abasteciéndonos
de mariqueras. La gente allí era muy amable. Cada vez nos dábamos más cuenta de
que los hijos de p... que son los parisinos. Continuamos
camino de nuevo y pasamos la frontera con Bélgica, que es como si no hubieses
pasado nada porque la frontera ni se nota al salir. De Francia te dejan salir,
el peo es entrar, luego les contaré sobre eso.
En
Bélgica, el paisaje cambio un poquitico. Uno veía de vez en cuando unas
vaquitas. Hasta que por fin llegamos a Brujas y comenzó de nuevo el dilema de
como entrar a la ciudad. Le dimos nuevamente como 3 vueltas al anillo (el ring
es una autopista circular que rodea a las grandes ciudades europeas) y
entramos. Resulta particularmente difícil entrar a una ciudad de estas en la que
no conoces el idioma y con una señalización totalmente diferente a la que uno
está habituado ¿no y que era internacional? Estuvimos perdidísimos en Brujas, hasta que
por fin encontramos un cartel que decía Centrum. A pesar del cartel, tuvimos que guiarnos por la intuición y hasta
adivinar arriesgando hasta que por olfato llegamos al centrum, o centro de la
ciudad.
Brujas
tiene fama de ser una de las ciudades más hermosas y románticas del mundo, y yo me encontraba allí de
lamparita de una pareja, pero yo se los había
advertido y ellos me invitaron igual.
Continuará en otro correo...
Luis Manuel
No hay comentarios.:
Publicar un comentario