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Rue Cujas, en dónde vivió García Márquez cuando escribió "El Coronel no tiene quién le escriba". |
Voyage:
El coronel no tiene quien le escriba.
Fecha:
18 años después, el 12/7/2017
Les
cuento un poco cual era mi situación en París en esos días de principios
de 1999. Llegué
a París un 29 de Octubre con una beca Alfa de la Comunidad Europea. En realidad
no se trataba de una beca, sino de un complemento de beca de un poco menos de
600 ECUS (moneda virtual que precedió al Euro), algo así como 500 y pico de
dólares mensuales. La otra parte de la beca debía ponerla la contraparte venezolana,
pero el acuerdo era que no recibiría sino la parte que correspondía a la
Comunidad Europea. Según palabras del encargado del programa en la Universidad,
que era esposo de mi tutora, esa cantidad era suficiente para vivir. La
realidad es que es muy difícil vivir en París con ese dinero, así uno esté en
una residencia universitaria y comiendo todo el tiempo en el restaurante
universitario. Sin embargo, llevé un dinerito del que tenía ahorrado de toda la
vida. Unos 3000$ que debían complementar, pero que fueron cambiados a un tipo
de cambio muy desfavorable a insistencia de mi tutora que temía que me fueran a
robar ese dinero en la residencia universitaria. Los cambié a 5,27 Francos/$ en
una agencia de La Poste, cuando la tasa real estaba por encima de 6 Francos/$.
De todas maneras, la situación era mala, pero no grave.
La
cosa se puso fea cuando pasa noviembre, diciembre, enero, febrero y nada que me
llega la bendita beca. Ya estaba pensando en devolverme a Venezuela o salir a
pedir dinero en las calles. Lo peor de todo era la incertidumbre. Paulatinamente
se iba gastando el dinero que me quedaba y mis nervios también se estaban
desgastando, pasé por etapas de mucha ansiedad, depresión y problemas de salud
y luego una etapa de ahorro obsesivo en donde calculaba la manera óptima de
ahorrar en todos los aspectos de la vida. Tenía que sobrevivir.
En
el mes de febrero, mi tutora y su esposo, responsable del programa Alfa en la
universidad, me invitan a comer a su casa. Me trataron maravillosamente y al
final me anuncian que ya la beca había sido aprobada en la Comunidad. Yo no
sabía que había viajado con la beca sin aprobar. Por supuesto que me puse muy
contento, pero al despedirme se me ocurrió preguntar si venía con retroactivo y
muy avergonzados me dijeron que no. Esos meses no los iba a cobrar (esos meses
que no me pagaron son objeto de otra historia posterior).
Pero
siguieron pasando los meses febrero, marzo, abril y la beca no llegaba y la
situación era cada vez más desesperante. Y yo cada vez más obsesivo con el
ahorro. El problema no era vivir sin dinero sino no saber hasta cuándo.
Decidí
en las vacaciones de Pascua, en abril, irme a Londres, a casa de mi hermano que
acababa de llegar. Allí mi hermano podía ayudarme un poco y de hecho, me prestó
unos 300$, pero en Londres las cosas eran el doble de caras que en París, lo
que no me dejó buen sabor. Regresé a París con gastroenteritis y luego, al
llegar tuve una depresión muy fuerte que será contada en uno de los correos de
Voyage.
Llega
la primavera de París, el mes de mayo y nada que llega la beca. Imaginen
ustedes. Al final, me depositaron el día 31 de mayo. Logré la proeza de vivir 7
meses y dos días, en una de las ciudades más caras del mundo como lo es París, con apenas
un poco más de $3000. Y hasta me di el lujo de viajar y conocer. Aunque casi me
vuelvo loco.
Debo reconocer toda la ayuda y el apoyo prestado por mi amiga Claudia León. Siempre lo tengo presente...
PD: García Márquez escribe su novela "El Coronel no tiene quién le escriba" estando en una situación similar, en París, viviendo muy cerquita de dónde yo estuve, en la Rue Cujas.
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