jueves, diciembre 14, 2017


Subject: Voyage: Una Invasión a Normandía (V)

LE JEU DE LA VIE:

Después de jugar futbol y basket, Patrice nos ofreció jugar algún juego de mesa. Yo quería jugar Monopolio. No sé si ustedes saben que soy muy bueno jugando Monopolio. Creo que es porque conozco muy bien cómo funciona el capitalismo. Pero ese conocimiento no lo empleo en la vida real por ética. El capitalismo es anti ético. Pero en el Monopolio no me abstengo de nada, total es un juego y libero todos los instintos que tengo guardados para el día en que decida ser millonario jejeje. Pero bueno, no jugamos en principio Monopolio, se optó por jugar una versión, creo que francesa, del Monopolio que se llama Le Jeu de la Vie, o el Juego de la Vida en español. Y en verdad, ese juego representa fielmente como es la sociedad francesa, o por lo menos cómo la he percibido yo que vengo del neoliberalismo salvaje de Venezuela.

Empezamos a jugar, y en principio no entendía muy bien cuáles eran las regles, pero al parecer eso no importaba porque terminé ganando el juego sin haberme enterado de que era lo que tenía que hacer, o más bien, simplemente siguiendo la línea sin mucha emoción. Simplemente, el sistema me llevó al triunfo simplemente porque me salió la profesión mejor remunerada que era la de periodista.

El juego era así:

Al principio del juego tenias que escoger entre dos opciones: pasar por la Universidad o escoger directamente un oficio. Si pasabas por la universidad ibas por un camino más largo para comenzar a vivir pero al final eras mejor remunerado y eso te servía.  El oficio o la profesión era determinado al azar, por los dados y cada uno tenía su remuneración que cobrabas al pasar por ciertos puntos Todo el mundo escogió ir a la universidad. Cuando a Carmen salió ser periodista con un sueldo de 20000 Fr al mes, Patrice dijo: ya ganaste (Es extraño un juego en donde a la primera jugada se sabe quien ganó), pero resulta que a mí también me salió el mismo oficio, es decir que entre uno de los dos iba a estar el ganador (yo quería ser científico o profesor universitario aunque ganara menos, pero me salió periodista).
En el juego ibas avanzando como en el Juego de la Oca y obligatoriamente tenias que pasar por casillas de: gastar dinero para salir con tu novia, casarse y recibir dinero de los regalos de matrimonio, pagar con esa plata los gastos del matrimonio, tener hijos, pagar pólizas de seguro etc. Creo que nunca te botaban del trabajo o salían los sindicatos a defenderte. Inclusive había leyes socialistas contra el enriquecimiento exagerado, por medio de unas carticas que si las sacabas tenias que compartir tu fortuna con los otros jugadores. Cada 10 casillas, más o menos, te llegaba el día de cobro, y entonces te daban tu sueldo y así iba transcurriendo la vida, quiero decir el juego, ya con todas las decisiones pre tomadas, sin esforzarte en nada, sin decidir nada.
Le gané a Carmen porque tuve la suerte de caer en un sitio en donde se compraban acciones y las compré sin saber que eran buenas (ooohhh capitalisme). El fin del juego es cuando llegas a la jubilación que es cuando te dan tu dinero sin moverte de las casillas, o cuando ingresas al club de los que tienen acciones, en los cuales constantemente vas ganando dinero a cada tantas en función de lo que te salga en los dados.

Cuando todos se retiran cuentan el dinero y el que tenga más dinero fue el que más éxito tuvo en la vida y gana la partida....

¡Que aburrido! Así debe ser vivir a la francesa. Todo pre decidido y todo encarrilado, lo único que le faltaba al juego es que nadie ganara ni perdiera nada, y todos contentos pero no felices. Tampoco así. No quiero una sociedad ni como la del Monopolio, ni como esta del Jeu de la Vie.

El día siguiente jugamos Monopolio y los esguacé. Eso se los contaré en un próximo mail cuando termine de contar los billetes



Luis Manuel

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