Subject: Voyage: Una Invasión a Normandía (V)
LE JEU DE LA VIE:
Después
de jugar futbol y basket, Patrice nos ofreció jugar algún juego de mesa. Yo
quería jugar Monopolio. No sé si ustedes saben que soy muy bueno jugando
Monopolio. Creo que es porque conozco muy bien cómo funciona el capitalismo.
Pero ese conocimiento no lo empleo en la vida real por ética. El capitalismo es
anti ético. Pero en el Monopolio no me abstengo de nada, total es un juego y
libero todos los instintos que tengo guardados para el día en que decida ser
millonario jejeje. Pero bueno, no jugamos en principio Monopolio, se optó por
jugar una versión, creo que francesa, del Monopolio que se llama Le Jeu de la
Vie, o el Juego de la Vida en español. Y en verdad, ese juego representa
fielmente como es la sociedad francesa, o por lo menos cómo la he percibido yo
que vengo del neoliberalismo salvaje de Venezuela.
Empezamos
a jugar, y en principio no entendía muy bien cuáles eran las regles, pero al
parecer eso no importaba porque terminé ganando el juego sin haberme enterado
de que era lo que tenía que hacer, o más bien, simplemente siguiendo la línea
sin mucha emoción. Simplemente, el sistema me llevó al triunfo simplemente
porque me salió la profesión mejor remunerada que era la de periodista.
El
juego era así:
Al
principio del juego tenias que escoger entre dos opciones: pasar por la
Universidad o escoger directamente un oficio. Si pasabas por la universidad
ibas por un camino más largo para comenzar a vivir pero al final eras mejor
remunerado y eso te servía. El oficio o
la profesión era determinado al azar, por los dados y cada uno tenía su
remuneración que cobrabas al pasar por ciertos puntos Todo el mundo escogió ir
a la universidad. Cuando a Carmen salió ser periodista con un sueldo de 20000
Fr al mes, Patrice dijo: ya ganaste (Es extraño un juego en donde a la primera
jugada se sabe quien ganó), pero resulta que a mí también me salió el mismo
oficio, es decir que entre uno de los dos iba a estar el ganador (yo quería ser
científico o profesor universitario aunque ganara menos, pero me salió
periodista).
En
el juego ibas avanzando como en el Juego de la Oca y obligatoriamente tenias
que pasar por casillas de: gastar dinero para salir con tu novia, casarse y
recibir dinero de los regalos de matrimonio, pagar con esa plata los gastos del
matrimonio, tener hijos, pagar pólizas de seguro etc. Creo que nunca te botaban
del trabajo o salían los sindicatos a defenderte. Inclusive había leyes
socialistas contra el enriquecimiento exagerado, por medio de unas carticas que
si las sacabas tenias que compartir tu fortuna con los otros jugadores. Cada 10
casillas, más o menos, te llegaba el día de cobro, y entonces te daban tu
sueldo y así iba transcurriendo la vida, quiero decir el juego, ya con todas
las decisiones pre tomadas, sin esforzarte en nada, sin decidir nada.
Le
gané a Carmen porque tuve la suerte de caer en un sitio en donde se compraban acciones
y las compré sin saber que eran buenas (ooohhh capitalisme). El fin del juego
es cuando llegas a la jubilación que es cuando te dan tu dinero sin moverte de
las casillas, o cuando ingresas al club de los que tienen acciones, en los
cuales constantemente vas ganando dinero a cada tantas en función de lo que te
salga en los dados.
Cuando
todos se retiran cuentan el dinero y el que tenga más dinero fue el que más
éxito tuvo en la vida y gana la partida....
¡Que
aburrido! Así debe ser vivir a la francesa. Todo pre decidido y todo
encarrilado, lo único que le faltaba al juego es que nadie ganara ni perdiera
nada, y todos contentos pero no felices. Tampoco así. No quiero una sociedad ni
como la del Monopolio, ni como esta del Jeu de la Vie.
El día siguiente jugamos
Monopolio y los esguacé. Eso se los contaré en un próximo mail cuando termine
de contar los billetes
Luis Manuel
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