El gobierno chino prepara un proyecto de ley para hacer frente al creciente desequilibrio de género causado por el aborto generalizado de fetos de sexo femenino.
Esta práctica ya está prohibida, pero se espera que las nuevas reglas establezcan sanciones específicas tanto para padres como para doctores.
La Asociación de Planificación Familiar de China anunció que la magnitud del desequilibrio es tal que una ciudad hay ocho niños por cada cinco niñas.
Los expertos temen que el fenómeno podría tener consecuencias sociales impredecibles.
Algunos creen que con millones de hombres que no logran encontrar una esposa, podría haber riesgos de un incremento en la conducta violenta y antisocial.
Prefieren niños
La política de China que consiste en sólo tener un hijo, y la preferencia por tener herederos hombres ha provocado que muchas parejas traten de asegurarse de que su único hijo es un varón.
Algunos pagan por pruebas de ultrasonido ilegales con el fin de descubrir el sexo del feto y practicarse un aborto si éste resulta ser una niña.
"La raíz del problema es el pensamiento tradicional de que los niños son mejores que las niñas, especialmente en las áreas de extrema pobreza", señaló a la agencia china de noticias Xinhua, Song Jiang, un experto en población en la Universidad Renmin de Pekín.
"Esas personas esperan que los varones mantengan económicamente a la familia".
El viernes se anunció que la ciudad de Lianyugang, en el este del país, tiene un importante desequilibrio. Entre la población menor de cuatro años hay 164 niños por cada 100 niñas.
Un total de 99 ciudades tienen proporciones de género superiores a 125, informó Xinhua citando a la Asociación de Planificación Familiar de China.
La ONU recomendó una proporción de género no mayor de 107.
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