miércoles, agosto 29, 2007

El profesor imaginario



El profesor imaginario
Marcelo Justo
Marcelo Justo
BBC Mundo

Euros
El "profesor" ganaba unos 4.000 euros al mes.

Nada como ser recolector de impuestos, pensarán algunas almas deshonestas después de leer esta historia.

Es que una mujer de 54 años, empleada del tesoro público francés, consiguió crear un personaje impositivo ficticio y cobrar, durante 15 años, el salario de un profesor universitario que no existía.

Se trata de una agente del tesoro de Seine-Saint-Denis, en el nordeste de París, con bastante vuelo imaginativo y mucha creatividad en el área de la contabilidad fraudulenta.

Desde 1992 a 2006 el profesor ficticio, especie de ángel de la guardia financiero de la mujer, embolsó unos 4.000 euros por mes y nadie se dio cuenta en todo el Ministerio de Economía que había un francés que no había nacido, pero tenía un trabajo y salario que debían ser la envidia de los desempleados del país, un 10% de la población.

Durante este período, la mujer hizo inversiones inmobiliarias que le mejoraron notablemente su situación financiera, la cual se parecía cada vez menos a la de una empleada de ministerio público.

Un descuido

Pero no fue una ostentación de riquezas, tan frecuente en estos casos, lo que la hizo caer.

Lo que pasó es que hasta los ángeles de la guardia tienen distracciones
No. Lo que pasó es que hasta los ángeles de la guardia tienen distracciones.

El Tesoro francés enviaba mensualmente el salario de este profesor imaginario a la universidad donde supuestamente trabajaba.

La empleada lo interceptaba y lo cobraba por su cuenta. Ése era el mecanismo.

Pero un mes, de vacaciones, se olvidó de hacerlo y la Universidad devolvió la boleta de pago, diciendo que esa persona no existía.

Fue el principio del fin.

La mujer fue separada de su cargo y el gobierno va a iniciarle juicio por fraude por el que le pueden caer unos diez años de cárcel y el pago de 150.000 euros, es decir, que algo le podría quedar de cambio en el bolsillo, gracias a las clases de su amigo, el profesor imaginario.

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