Perú o la importancia de ser puntual
Kathryn Westcott
BBC
Reloj
Reloj, no marques las horas...
A las doce en punto del mediodía de este jueves, la puntualidad debutó en Perú. Llegar tarde es ahora algo del pasado, o por lo menos eso espera el gobierno.
A esa hora sonaron las sirenas y repicaron las campanas de las iglesias para recordarles a 27 millones de peruanos que sincronicen sus relojes con la hora establecida por la Marina de Guerra del Perú.
El gobierno, cansado de la mala fama que tiene el país en cuanto a la impuntualidad, ha promovido los beneficios de llegar a tiempo con una campaña denominada "La hora sin demora".
Se ha pedido a las empresas, instituciones gubernamentales y escuelas que no toleren la llamada "hora peruana", que normalmente se traduce en unos 60 minutos de retraso.
El presidente Alan García, conocido por su puntualidad, considera que la actitud relajada de sus compatriotas daña la productividad nacional y aleja las inversiones extranjeras.
El concepto del "mañana", no como el día siguiente sino un tiempo indefinido en el futuro, es muy común en América Latina.
Los países latinoamericanos suelen ir a la zaga en las encuestas globales sobre la puntualidad.
El tiempo se ve como algo menos rígido que, por ejemplo, en Estados Unidos o en naciones más industrializadas.
Estados Unidos
En Estados Unidos, la regla es hacer las cosas a tiempo.
Nueva York
En Estados Unidos la puntualidad es la norma.
El presidente, George W. Bush, tiene fama de ser purista en cuanto a la puntualidad y, según informes, todo su gobierno funciona sin retrasos.
El ex embajador estadounidense John Bolton llevó esa actitud a la Organización de Naciones Unidas.
Cuando estaba a cargo de la presidencia del Consejo de Seguridad comenzaba las reuniones a la hora programada, incluso si algunos puestos estaban vacíos, y mantenía una lista de quienes llegaban tarde.
Todavía lo admiran por haber mejorado la puntualidad del consejo de 15 miembros.
Ética protestante
Los alemanes siempre se han preocupado por el tiempo y su puntualidad no es un estereotipo.
El protestantismo (...) impone una ética muy estricta sobre el tiempo y le hace creer a la gente que perder tiempo es casi un pecado
Stefan Klein, autor de "Time. A User's Manual"
"Somos mucho más estrictos que, por ejemplo, en los países del Mediterráneo", le dijo a la BBC el escritor alemán Stefan Klein, autor de un libro de mucho éxito sobre el tiempo.
"Por otra parte, y de acuerdo con mi experiencia, tal vez somos un poco más relajados en cuanto a la puntualidad que los estadounidenses".
"Creo que el denominador común es el protestantismo, que impone una ética muy estricta sobre el tiempo y le hace creer a la gente que perder tiempo es casi un pecado".
Klein dice que esa actitud es común en todos los países protestantes.
La semana que viene
"Lo especial de Alemania es que ha tenido un sistema industrializado desde hace mucho tiempo, más que el Reino Unido, por ejemplo, y la industria implica horarios muy estrictos", opina el escritor alemán.
Una pregunta útil en Alemania
Nächste Woche Kaffee trinken? (¿Un cafecito la próxima semana?)
Pero, según él, eso también dificulta la posibilidad de los alemanes de actuar de forma espontánea.
"Normalmente, uno no puede llamar a alguien y decirle: '¿Nos tomamos un cafecito?'".
"Muchos alemanes prefieren tener ese tipo de citas en sus agendas por lo menos con una semana de antelación", señala.
Tecnología y jerarquía
Klein considera que todo esto cambiará debido a avances tecnológicos como internet y los teléfonos celulares.
Teléfono celular
Las nuevas tecnologías podrían empeorar el problema.
Muchas personas dicen que la extraordinaria penetración global de la telefonía móvil ha contribuido al aumento de la impuntualidad.
Según ellas, en la edad de piedra de la tecnología, como uno no podía contactar a otros con tanta facilidad, se esforzaba por llegar a tiempo.
En China la puntualidad también es la regla, pero además entra en juego el concepto del orgullo.
Mantener a alguien esperando es una forma de expresar la jerarquía.
De acuerdo al corresponsal de la BBC en Pekín, Quentin Somerville, entre más alta sea la posición que uno ocupe, mayor es la probabilidad de que haga esperar a otra persona.
La siesta
Los extranjeros piensan que España es la tierra de la siesta, lo que podría implicar un gran problema con la puntualidad, en especial si uno tiene que ir a reuniones por la tarde, dice el corresponsal de la BBC en Madrid, Danny Wood.
Hombre dormido
La siesta no parece afectar la puntualidad de los españoles.
Sin embargo, según él, aunque muchos españoles se toman un largo receso después del mediodía, normalmente de las 2:00 PM a las 4:00 PM, en realidad trabajan en horarios muy largos, inflexibles y estructurados.
Muchos empleados comienzan antes de las 9:00 AM y no terminan hasta bien pasadas las 8:00 PM.
Los españoles en general cumplen estos horarios y suelen ser puntuales.
Reuniones
Pero una cosa es el trabajo normal y otra las reuniones laborales, de acuerdo con el secretario general de la Confederación Catalana de Comercio, Miguel Ángel Fraile.
"Es cierto que España es peor que el resto de Europa cuando se trata de la puntualidad en las reuniones", dice.
"Si tengo una reunión en Bruselas a las 4:00 PM, comienza a las 4:00 PM".
"Aquí en España, tenemos lo que consideramos diez minutos de cortesía, por lo que una reunión programada para las 4:00 PM podría comenzar con diez minutos de retraso".
"Ése es un problema porque vemos esos diez minutos de gracia como algo cortés", añade.
"¿Para qué molestarse?"
La puntualidad no es algo que se cumpla con rigidez en muchos países del Medio Oriente y el norte de África.
Piramides de Giza, Egipto.
El tiempo no parece preocupar a un país con tanta historia como Egipto.
Una corresponsal de la BBC en Cairo, Heba Saleh, dice que en Egipto lo normal es que todo comience tarde.
"Si uno invita a alguien a cenar, llega a las 11:00 pm", cuenta.
"Los mayores desastres son las bodas, que se suelen celebrar de noche".
"A veces no comienzan con el buffet antes de la medianoche, a pesar de haber sido invitados para las 9:00 pm".
Lo mismo parece suceder en otras partes de África, por ejemplo en Kenia, donde, desde el presidente para abajo, todo el mundo llega tarde a las actividades.
"Los keniatas tienen fama de impuntuales, excepto en los horarios laborales porque podría costarles sus empleos", dice el corresponsal de la BBC en Nairobi, la capital, Noel Mwakugu.
"Se tiene el concepto de que todas las actividades, sean oficiales o sociales, comenzarán con retraso, entonces ¿para qué molestarse?", concluye.
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