El hecho de que algunas personas necesitan muy pocas horas de sueño podría tener una explicación genética.
Mientras que la mayoría de los seres humanos requiere cerca de ocho horas, otros, entre ellos aparentemente la ex primera ministra británica Margaret Tatcher, se las arreglan con cuatro, sin que esto afecte su productividad.
Un equipo de la Universidad de Surrey, en el Reino Unido, dijo en un artículo publicado en la revista especializada Current Biology, que todo depende de un "gen reloj" llamado Período 3.
Este gen, según otros estudios, también dicta si uno se comporta como una lechuza o como una alondra, o sea si prefiere irse a la cama tarde o si se despierta temprano.
Existen dos variantes del gen, con versiones largas o cortas de la proteína correspondiente.
Todas las personas tienen dos copias del Período 3 y cada una puede ser larga o corta.
Variante larga, sueño largo
Los investigadores estudiaron a dos grupos de personas: uno cuyos miembros únicamente tenían la variante larga y otro sólo la corta.
No los dejaron dormir durante 48 horas, en un laboratorio, para medir su desempeño, atención y reacciones.
Aunque algunos de los participantes tenían dificultades para mantenerse despiertos, otros no.
Los resultados fueron más pronunciados entre las 4:00 y las 8:00 am, cuando las personas con la variante larga tenían problemas de atención y de memoria.
Ése es el período en que la mayoría de los trabajadores que hacen turnos de noche luchan por mantenerse despiertos y cuando ocurren muchos accidentes relacionados con el agotamiento por la falta de sueño.
Los investigadores también descubrieron que cuando permitían a los participantes dormir de una forma normal, los que sólo tenían la variante larga pasaban aproximadamente el 50% más de su tiempo en el sueño lento, la forma más profunda de sueño y un indicio clave de que se necesita dormir más.
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