Date: Fri, 20 Nov
1998 02:33:37 PST
From: Luis Manuel
Hernandez Ramos
Subject: VOYAGE....:
20/11/98
¿Qué
tal amigos?
Aquí
les escribo desde mas frio que su congelador. Hoy en esta
ciudad
de Paris hemos llegado casi a 0 gradientes conjugados y sin
precondicionamiento
para mi. Dentro de poco disfrutaré de una hermosa
temperatura
bajo cero y todavía falta más de un mes para que comience oficialmente el invierno.
Por
ahí fue a parar a mi cuarto medio jamón serrano y ya me lo estoy Zampando.
Creo que me lo regalaron, aunque ya han ido varias personas a probarlo.
En verdad no sé porqué decidieron dejármelo a mi. Debe ser porque tengo el
mejor cuchillo de todo el grupo. Ayer, por cierto, un Español se cortó con mi
cuchillo nuevo. Cada vez que veo el bendito jamón, me zampo un pedazo, estoy
viendo ya en donde lo escondo. Había comprado un queso para regalárselo a los
españoles y no sé cómo fue a parar otra vez a mi cuarto, creo que por hediondo,
aunque a mi en realidad no me llega el olor. Si es así, me lo comeré también.
Aquí
están extrañadísimos por mi costumbre de tener la puerta de la Chambre
(habitación) abierta. Todos me preguntan
que porqué lo hago y cada francés que conozco en la Mina (la Maison del
Institut National Agronomique, en donde vivo) me hace esa pregunta (ahhh, C’est
toi celui qui laisse la porte ouverte!). Yo tampoco le encuentro explicación, pero el
médico de Costa Rica le dijo a las españolas que esa es una costumbre de los
pueblos de la costa, y es verdad, en Cumaná los viejos se sientan en los porches
de las casas a ver a la gente pasar y yo creo que la cosa me viene de ahí.
Sonia, la española de al lado
me dice que esa es una costumbre de los viejos de los pueblos de España
que no tienen nada que hacer y buscan los chismes, pero en realidad yo creo que
es una manera de estar en comunicación con todo el Mundo.
Por naturaleza busco la comunicación con las personas (aunque los
chismes también me interesan). También tengo otra explicación de orden
práctico. En la residencia tengo dos opciones: la primera, vivir en un apartamento
de 12 metros cuadrados, sin baños, solo y completamente triste; la segunda,
vivir en una habitación de una casa gigante de 150 habitaciones con baños y
acompañado por personas de muchos países y culturas. Evidentemente opté por la
segunda.
Ayer
me fueron a buscar al cuarto unos amigos españoles junto con unos franceses
para ir a la fiesta del Beaujolais. El vino Beaujolais de este año
salió ayer y es tradicion aquí probarlo el día que sale. Llamé a Carmen, la
Uruguacha, y ella se trajo a 4 francesitas con nosotros. Fuimos a un barcito
que queda por ahí cerca y probé el famoso Beaujolais ese, y miren,
en realidad me hace falta muchísimo una cervecita Polar. El vinito ese lo que
me ocasionó fue un dolorcito de cabeza apenas con una copita pequeña (por
cierto a los españoles les pasó lo mismo) y yo lo que pedí después fue una
cervecita. Me puse muy nostálgico, porque recordé, que a esa hora,
un jueves, estaría probablemente en el Toldito Rojo, disfrutando de por
lo menos 8 tercios Polares, que es la mejor bebida que hay en el mundo... Aquí,
en Francia, es imposible una buena pea y además todo es muy caro.
No sé
porque el ambiente aquí, a pesar de la juventud no es el mismo
de allá. Pienso que es porque en las conversaciones de los bares se hablan
cosas muy serias. En las conversaciones siempre tienen los temas: ¿Como
es la vaina en tu país? ¿Cómo se dice esto?, ¿que estudias tú?. La política, la
economía. Todo es muy serio. En cambio allá las conversaciones entre borrachos
no dicen nada. Solo es una jodedera entre todos y uno habla las
guevonadas que quiere y las defiende a capa y espada aún a sabiendas
de
que son guevonadas. Y entonces uno goza un puyero, todo el mundo sabe
que esas
conversaciones son por joder, no para hablar de cosas serias. Extraño la
superficialidad.
Bueno,
me despido de ustedes. Recuerden que aquí hay 5 horas más que allá, es
decir, escribanme temprano porque el fin de semana no tengo Internet.
Saludos
Luis
Manuel
Notas :
- Ahora extraño las conversaciones serias…
- Nunca pude descifrar el porqué fue a parar el jamón a mi chambre.
- Ahora extraño las conversaciones serias…
- Nunca pude descifrar el porqué fue a parar el jamón a mi chambre.
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