domingo, noviembre 19, 2017

Voyage: Un fin de semana variado

Cementerio de Père Lachaise


Date: Mon, 07 Dec 1998 07:09:11 PST
From: Luis Manuel Hernandez Ramos
Subject: Voyage: Un fin de semana variado...

Voilà amigos:

Aquí estoy desde Paris, contándoles las bromas que pasan por estas
latitudes ...

El viernes en la tarde fue el cumpleaños de un chivo de aquí llamado Ciarlet. Tomé champagne de la buena (una champaña que apenas te la metes en la boca se hacen burbujas grandes que hacen cosquillas) y me fui a la Cité a comer porque a las 7 tenía un rendez-vous con Inés que se regresaba para Venezuela. Inés me dejó un pocote de corotos que me van a servir mucho (¡Gracias Inés!). Me dio mucha tristeza cuando se fue, pero bueno... C’est la vie… Cuando llegué estaba muy cansado y triste, pero los españoles me pasaron buscando para tomarnos una cervecita y fuimos a parar a Les
Champs Elysées (que ellos aún insisten en llamarles los Campos Elíseos) y estuvimos dando unas vueltas por ahí.

El sábado cuando me levanté, mi vecina Belén y Nacho, su novio, me invitaron a ir a visitar el Cementerio de Pere-Lachaise. A mí me extrañó en principio y ustedes dirán ¿a visitar un cementerio?, pero ese es un cementerio en donde hay unos muertos muy ilustres y además es muy bonito. Fuimos apuradísimos ya que ellos habían quedado en encontrarse con dos parejas ahí (por si los muertos fuimos en un grupo grande jejeje) a la 1:30. También fue con nosotros Heineken, es una alemana que se llama algo así como Heinken, pero que nosotros la llamamos Heineken como la cerveza.

Tumba de Chopin

Resulta que ese cementerio es un lugar turístico, en donde en la puerta te dan un mapa y todo de las tumbas ilustres. Visitamos unas cuantas: Chopin, Monge, Oscar Wilde, Gay-Lussac, y un pocote de tumbas con apellidos de teoremas famosos y de estaciones del metro. También estaba la de Corot, que según dicen de allí vino el coroto. ¡Había tumbas impresionantes!. Pareciera que en el siglo pasado todos los franceses que se morían eran arrechísimos: poetas, artistas, matemáticos, filósofos, científicos, generales, músicos, etc. Pero paradójicamente la tumba más solicitada, es una tumba en la que no hay un coño, nada que sobresalga, y es la tumba del rockero Jim Morrinson.  Había mucha gente tomándole fotos a esa tumba que no tenía nada, les dejan sus mensajes, lloran, dejan cassettes y hay también quien se fuma su pitico de marihuana también. Por supuesto la Police está allí muy discretamente vigilando. Me dio vaina por Chopin y los demás, tan solos y abandonados mientras que todos se morían en un cementerio por un rockstar, pero al fin, también nosotros nos tomamos una birrita por Jim y continuamos... Mi vecina Belén estaba aterrada por los muertos. ¡claro! como estamos en otoño ese cementerio se ve más tétrico aún. Supongo que allí deben filmar las películas de Drácula.

Tumba de Jim Morrinson

En la noche me invitaron a una discoteca que queda cerca del Panteón (como para seguir con la onda mortuoria y eso que ya no es Halloween). Alli, en esa discoteca tuve la oportunidad de hablar con: brasileños, alemanes, ingleses y por supuesto españoles. Como no había metro a la hora en que nos regresábamos y el Noctambus tarda mucho (pasa cada hora más o menos), nos regresamos a pie hasta la Cite (resultó como 1 hora de camino). Como yo cargaba mis botas Caterpillar de hierro pesadísimas y apretadas (resulta que las tallas europeas no son las mismas tallas venezolanas y me compré los zapatos como dos tallas menos) me hice un moradote en el talón que no me deja por ahora ponerme los zapatos de invierno y desde allí estoy pasando frío en los pies. Llegamos como a eso de las 3 de la mañana.

El domingo fui con Claudia a comer en el RestaU y después a la Embajada de Venezuela para lo de las elecciones. Cuando llegamos nos preguntaron si habíamos votado ya. Yo no pude votar porque cuando llegue a París las inscripciones en el registro electoral ya habían finalizado. Como vi a la gente de la embajada como muy interesada en que nos fuéramos, decidimos más bien quedarnos para vigilar lo de los escrutinios ya que la insistencia parecía sospechosa. Nos llamó la atención que las personas que llegaban se conocían entre ellos. Había unas mariquitas (no es por homofobia, para mí una cosa es un homosexual serio y otra una mariquita histérica) que eran las que controlaban lo del proceso de votación y que evidentemente iban a Salas Romer, y yo aunque soy imparcial políticamente le dije a Claudia: aquí hay una vaina extraña, vamos a quedarnos para el conteo de los votos. Pero siempre se nos acercaba alguien como para persuadirnos de no esperar tanto tiempo y cuando uno preguntaba la hora de cierre de la mesa para saber hasta qué hora debíamos quedarnos todos daban informaciones contradictorias.

Champs Elysées o Campos Elíseos.

Para pasar un poquito el tiempo, nos fuimos Claudia, Diego, el papá de Gabo y yo a dar una vueltica por les Champs Elysées pero sentimos al rato que debíamos devolvernos a la embajada para disgusto de las mariquitas. Cuando al fin llegó la hora, la mesa sospechosamente se metió en una encerrona y que para descartar los votos nulos. Yo les reclamé que eso debían hacerlo a puertas abiertas y obtuve una carota. Cuando empezaron los escrutinios, lamentablemente para ellos había un gentío presente.  Cuando los votos eran para Chávez, no ocultaban la cara de desagrado y como empezaron a ser muchos se les ocurrió alejar la mesa en donde enseñaban los votos como para que no viéramos y un señor fue y les reclamo. El papá de Gabo les dijo muy educadamente que por favor se acercaran y las mariquitas se arrecharon. La que  leía los votos estaba de lo más histérica y cuando alguien le reclamaba o les decía de alguna irregularidad se ponían peor aún y mandaban a callar a la gente, pero cuando hablaba un partidario o partidaria (otra marica) de Salas Romer, ahí si le hacían caso.  Imagínense la tensión que eso estaba creando. Las mariquitas decían que la mesa es la que está en capacidad de decidir si un voto es nulo o no (un abuso porque había evidentemente un sesgo). A los votos nulos les llamaban votos blancos, no se si con la intención de crear una confusión enredando luego los votos blancos con los votos nulos, y así le robaron un voto al viejo Alfaro Ucero para dárselo a Salas. Yo que era imparcial en esta contienda (no voy a ningún candidato) me enojé mucho y me sentí atropellado por esa cuerda de gentuza que obtiene cargos en nuestras representaciones diplomáticas. Eso era lo más antidemocrático que yo había visto jamás, y de manera descarada. Además, ¿porque tienen que mandar a las maricas a París?. ¡Si la vaina es así, apoyo a la revolución carajo! Al final, con el lío,  se empezaron a sacar los trapitos entre todos: que si tú eras adeco, tú eras copeyano, a ti te mando para acá Carlos Andrés, etc. A mí me daba mucha vergüenza y más que demos ese espectáculo en un país extranjero, pero hasta la reportera de Radio Francia Internacional resultó ser una copeyana, que fue a joder al loco que estaba reclamando que estaba con Chávez, pero que anteriormente era adeco.

Cuando salimos de ese infierno, nos dio la cola en carro el loco ex-adeco ese, y el papa de Gabo se anotó con él para una fiesta que había en un café latino de un venezolano por el 5ème arrondisement.

Bueno, me despido de Ud. Hasta la próxima

Luis Manuel

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