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Maison de Portugal. Esa cerca no la tenía antes. |
Date: Mon, 25 Jan 1999
08:05:06 PST
From: Luis Manuel Hernandez
Ramos
Subject: Voyage: Fiesta en
Portugal
Voilà Amigos:
El que este muy ocupado, por
favor no lea este mail en donde hablo puras
pendejadas....
El
sábado en la noche cenamos con todo el grupo de españoles en el Restau.
Estuvimos hablando con Jean-Marie, de Ruanda, sobre que en
su idioma (Swahilí) no existen las palabras homosexualismo ni masturbación ¡porque
esas cosas no existen!. Nadie le creyó...
Mientras
estábamos hablando, agarré unas peloticas de arcilla que están
en los materos y que con el polvo y las cenizas de cigarro parecían maníes y
las puse sobre la mesa en un platico de postres para ver quien caía e intentaba
comérselas. Los muchachos se dieron cuenta pronto, pero me dijeron que si se
las ofrecíamos a Marcos (Calderón) seguro se las comía. En esa llegó el
susodicho y le digo ¿quieres?, y el Marcos vorazmente agarra todo el pote para
él solito y me pregunta ¿y esto?. Le respondo: - No sé, lo trajo Jean-Marie del
África, y el carajo arrancó corriendo emocionado por que iba a probar algo africano.
Nosotros nos fuimos llorando de la risa. Al final le pregunté y me respondió
que se había comido una, pero dejó las demás porque no le habían gustado.
Ayarí,
la mexicana, tiene una amiga colombiana que vive en la Maison de Portugal (la más fea de la CitéU),
y nos anotó a Nelson y a mí para que fuéramos a una fiesta que se iba a
celebrar allí. Al llegar, lo primero que notamos fue las medidas de seguridad que
había en la casa de Portugal, cómo si les fueran a robar la panadería. En
ninguna casa se veía algo así, va contra el espíritu de la CitéU. Los
vigilantes hicieron llamar a la muchacha colombiana para que nos fuera a buscar
y esta vino acompañada de toda la representación bogotana en París. ¡6
colombianos, 4 mujeres y 2 hombres!
Son
increíbles los prejuicios que uno tiene acerca de los colombianos y me daba
cosa dejar mi chaqueta de cuero en un lugar en donde hubiese tantos. Por eso es
que uno debe conocer gente de otros países, para romper con los falsos
prejuicios (o reforzarlos).
Cuando
entré al salón de fiestas, lo primero que reparé fue en el mostrador en donde
vendían las bebidas y me di cuenta que la mitad de la fiesta (es decir, los
portugueses) estaba detrás del mostrador. ¡Como les gusta a esos carajos estar
detrás de un mostrador, pensé! Pero luego me di cuenta de que en unos minutos
habían dejado solamente a las portuguesas y que los portugueses hombres estaban
todos en la pista de baile, pero sin bailar. Deben ser vainas culturales. La
fiesta estaba chimbísima, o más bien, la música. luego llegaron Ana y Claraboya
pero ni aun así la fiesta se animaba. La única música latina que pusieron fue una
bachata medio extraña. Clara se molestó porque me pregunto qué música era esa y
yo le dije que bachata. Pensó que le estaba tomando el pelo. No, eso es Salsa
me decía. Creo que es la caraja más aguevoneada en este mundo, quizás de la
historia. Total,
nos devolvimos como a las 12:30 y fuimos a hablar pendejadas al cuarto
de Meca hasta las 2 de la mañana.
Parc Montsouris |
El
domingo me levanté tardísimo y me fui buscar a Diego y a sus vecinitos para
llevarlos a jugar basketball y futbol al parque Montsouris, y estuvimos toda la
tarde jugando. No me gustó que había un carajito como de 12 años preparándose
un petardo, ¿hachis se llama?. Le pregunté que que hacía y me dijo que nada
y se fue.
En
la noche, me acosté temprano, pero como a las 12 de la noche se escuchó un
terremoto en mi cuarto tocándome la puerta. Eran como 20 españoles que iban
para el cuarto de Sonia (Meca) que está al lado de mi cuarto para felicitarla
por su cumpleaños. Enseguida sacaron una botella de vino de mesa tan malo que
viene en pote de plástico. Tiene la marca del supermercado (FranPrix) y para
poder bebérselo le echaron Cocacola. Estuvimos como hasta las 2 am. Los
madrileños lloraban por la paliza que le metieron los gallegos al Real Madrid y
yo aproveché para ponerme mi mono del nuevo líder: El Barcelona F.C. (cuando me
compré el mono nadie daba medio por ese equipo) y de vaina me quemaron. A cada
rato me amenazaban con prenderle fuego al chándal ese y hasta creo que lo
decían en serio.
Los
españoles me tienen un aplique con lo que digo mucho chévere y con que tengo
dos nombres como en las telenovelas. Es un fastidio. Si siguen viendo novelas
van a terminar también diciendo chévere como lo hago yo y van a bautizar a sus
hijos Luis Alfredo o Topacio María o que se yo.
Carmen
(la Uruguaya) me dio mi regalo de cumpleaños, que es un afiche de un
bebé gordito que dice: No Money, No Work, No Girls, No problems! ¿Será
esa la percepción que tienen de mi?
Me despido, los quiere…
Luis Manuel
Chau...
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