From:
Luis Manuel Hernandez Ramos
Subject: Viaje a...: Champs Elysees, Saint Germain y El Louvre
Hola
Amigos:
¿Cómo
pasaron el fin de semana?, bueno, yo aquí solito, pero paseando que
jode…

a las
7 pm, resulta que estaba lloviendo. Pero no me importo y me fui hasta
el Metro y cuando iba bajando las escaleras me he dado un resbalón
de antología ¡de vaina me mato!, rodé
como 10 escalones
y si no hubiese sido porque en extremo logré agarrarme de la baranda hubiera
continuado cayendo por yo no sé cuantos escalones más para pegarme más duro y
en este momento estuviera no sé dónde ni cómo. El resbalón fue tan grande que
hasta los mismos franceses que no detienen su rutina por nada del mundo se detuvieron
a preguntarme si estaba bien. ¡Gracias a Dios! Parece que no me di ni un golpe
fuerte, porque en realidad patine por las escaleras pero nunca pegué del suelo.
Sólo la mano que utilicé para agarrarme del pasamanos quedó un poco lastimada.
Bueno,
como estaba casi ileso, continué en mi metro y llegue a Les Champs Elysées,
los camine 2 veces, entré a un montón de tiendas y me asomé en el
famoso teatro LIDO de Paris, pero esa vaina es carísima, cuesta como 100.000
Bs ir a ver un espectáculo en ese sitio. Por ahora, nada de lujos de cancanes.
Este sábado,
me tocó por fin enfrentarme a la realidad de la vida a la que siempre había
temido y huido: me tocaba tener que lavar mi ropa. ¡Pues resulta que esa vaina
es facilísima!. Lo único malo fue que le eché el Ariel en donde va el suavizante
y el perfume, y esa vaina no se tapó de broma. Mientras la lavadora lavaba, yo
tenía que andar echándole el detergente en donde realmente iba, y agua para disolver el detergente que eché en
el lugar del suavizante. Después de eso, metí mi ropa en la secadora y me puse
a esperar, una muchacha francesa me dijo que el secado tardaba como una hora, y
cuando se acaba la hora y deja de sonar la bicha esa, me doy cuenta que está
aún mojadita y que la secadora no había hecho casi nada. Entonces me di cuenta que
había que darle a un botón amarillo, le di y me fui a corriendo a comer antes
que cerraran el comedor.
Había
una cola larguísima, en el comedor y era como en la UCV, cada quién
se coleaba en el lugar de los primeros conocidos que veía, y yo como no
conozco a nadie, me tuve que poner de ultimo. Entonces escuché que los
muchachos de adelante hablaban español, les hice una pregunta de la que ya yo tenía
respuesta sólo para ver si podía entablar conversación, pero ni siquiera me pararon.
¡Cóntrale, que difícil es hacer amigos aquí!. Pero de pronto una luz del cielo
bajo, y resulta ser que los tipos empezaron a hablar de los profesores de aquí,
del laboratorio de Análisis Numérico en donde yo estoy, y yo ni corto ni
perezoso les digo. ¿Es que acaso Ud. son también del
Laboratorio
de Anal. Numérico de Paris VI, y si, ellos habían hecho el DEA.
En
ese laboratorio y ahora estaban haciendo la tesis en otro lado. Eran una pareja
de chilenos y un español. Y bueno, me les guindé y me puse a hablar con ellos. Comí
con ellos y todo fue muy chévere, hablamos de Latinoamérica en
general, de historia de Latinoamérica y ustedes saben que a mi me gusta mucho
la historia.
En la
tarde fui a la casa de mi nuevo compinche, el papá de Gabo (Gabriel Torrealba)
y estuve hablando con él un montón de horas (me desquité)y ¡me bebí yo solito
una botella de vino! De ahí me fui a caminar por el Boulevard Saint Michel,
pasé por el Cafe Flora, donde se echaba palos Jean Paul Sartre. ¡Carísimo!
y seguí hasta la Rue du Bac y me devolví.
En la
próxima entrega, el domingo. El museo de Louvre…
Hasta
Pronto
Luis
Manuel
PD:
Sigo entendiendo los gigantescos mails de Raúl describiendo todo…
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